Un interesante artículo basado en dos estudios distintos y publicado estos días en Nature demuestra que los humanos no somos los únicos animales que imitamos lo que vemos, aclarando un poco el debate de si en el mundo animal ocurre lo mismo o no. Mediante dos estudios distintos realizados por investigadores de la Universidad de St Andrews en Reino Unido se ha podido demostrar que tanto los monos y las ballenas que pertenecen al mismo grupo son capaces de imitar el comportamiento de sus congéneres.
Primer estudio: maíz de colores y monos vervet
Para demostrar este comportamiento en monos, los investigadores trabajaron con monos vervet (Chlorocebus aethiops) de una reserva de Sudáfrica y crearon dos culturas distintas: las que comían maíz teñido de rosa y evitaban el azul y las que comían maíz teñido de azul y evitaban el rosa. La clave estuvo en observar qué pasaba cuando los machos y las crías de un mismo grupo se incorporaban de nuevo a su manada.
En el siguiente vídeo se puede ver perfectamente cómo los nuevos individuos que llegan al grupo se decantan por comer del maíz del color que está comiendo el resto. Las crías imitaron a sus madres y los machos procedentes de otras manadas también eligieron el color que comía el grupo, aunque su preferencia de origen fuera la otra opción de color. Sólo hubo un mono inmigrante que no siguió la pauta y fue porque asumió el rango superior del grupo.
Segundo estudio: ballenas jorobadas y métodos de pesca
El segundo estudio está basado en el examen de 27 años de datos de observación de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) en el Golfo de Maine, en la costa este de de EEUU. La razón de estudiar estos datos fue la explicar un nuevo método de pesca que se estaba extendiendo entre este grupo de ballenas desde 1980.
El método normal de pesca de estas ballenas es soplar burbujas por debajo de los bancos de peces, de manera que obligan a los peces a agruparse en pequeños grupos. A continuación, las ballenas sólo tienen que recoger sus presas agrupadas con sus grandes bocas. Pero en 1980, un individuo de la manada empezó a utilizar un nuevo método que consistía en golpear los bancos de peces con su cola. En el siguiente vídeo se puede apreciar este método. En ese año, ese nuevo comportamiento fue avistado una sola vez de una muestra de 150 avistamientos pero en 2007, en el 37% de los avistamientos de ballenas jorobadas del golfo de Maine se pudo ver este nuevo método de pesca.
En ambos estudios queda demostrado que el aprendizaje por imitación tiene más peso que el aprendizaje por ensayo y error, al menos en estos dos tipos de animales, y que los humanos no somos los únicos animales que hacemos esto. Y un matiz muy importante, este comportamiento se ha podido observar en animales salvajes, no en un laboratorio.
El siguiente paso es estudiar lo extendidas que están estas tradiciones y ver cómo afectan a la supervivencia comportamientos conformistas (actuar como el resto) y comportamientos conservacionistas (mantener el comportamiento aprendido).