Los insecticidas provocan cambios en el genoma de las abejas

Esta semana se publica en la revista PLoS ONE un nuevo estudio sobre los efectos que causa sobre el genoma de las abejas la exposición a insecticidas neonicotinoides. La investigación ha sido realizada por la Universidad de Nottingham y dichos hallazgos no son precisamente buenas noticias. De hecho, la Comisión Europea ha tomado la decisión de prohibir temporalmente tres de estos compuestos ya que podrían estar relacionados con las muertes masivas de las abejas ocurridas en los útimos años.

¿Quçe tipo de insecticidas estamos usando?

Aunque a veces puedan resultarnos molestas, las abejas son un tipo de insecto mucho más importante de lo que podamos pensar a priori. No sólo nos premian con un manjar único y delicioso sino que también son las responsables de que un tercio de nuestros cultivos sean polinizados. Las sociedades que forman son tremendamente complejas y son animales fascinantes.

Pero por desgracia, desde hace algunos años se ha ido notando que la población mundial de abejas ha ido disminuyendo. Existen varias hipótesis al respecto aunque cada vez hay más pruebas que relacionan esta disminución con los insecticidas. Este nuevo estudio es el primero que ha observado de manera más amplia los cambios que un tipo de insecticida neonicotinoide, el imidacloprid, provoca en los genes de las abejas.

Los investigadores han descubierto que una exposición muy baja (2 partes por millón) tiene un impacto muy grande en algunos genes de las abejas, concretamente en los genes que están implicados en la regulación de la energía que las células necesitan, lo que puede resultar en una reducción de la vida útil de los insectos y en una menor probabilidad de que una larva sobreviva en su etapa adulta. Identificaron también que las células de las larvas tenían que trabajar mucho más duro probablemente para hacer frente a estos insecticidas.

Gracias a este trabajo se ha prohibido el uso de 3 insecticidas de este tipo para poder seguir investigando el impacto que provocan tanto en las abejas como en los cultivos agrícolas derivados de su polinización.

 

Fuente: AlphaGalileo

 

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