Desde hace tiempo se cree que podemos pillar a un mentiroso por los movimientos de sus ojos. Se dice que si una persona levanta la mirada hacia la derecha significa que está creando un evento nuevo, es decir, que está inventando una mentira. Si por el contrario mira hacia la izquierda, intenta hacer memoria de algún suceso y por tanto dice la verdad.
Aunque pueda parecer una tontería, estos métodos han estado usándose ampliamente en psicología forense y en programación neurolingüística (un método terapéutico que pretende enseñar a los individuos a encontrar el éxito, mejorar sus habilidades comunicativas, etc.) En este último se trata de uno de los puntos clave.
Sin embargo, científicos de la Universidad de Edimburgo y de la Universidad de Hertfordshire han demostrado en un estudio publicado en la revista Public Library of Science ONE que esto no es más que un mito.
Para la realización del estudio se pidió un grupo de voluntarios y se grabó el movimiento de sus ojos mientras mentían o decían la verdad. Más tarde, se pidió a otro grupo de voluntarios que observase los videos y tratase de detectar las mentiras visualizando los movimientos de la mirada.
El psicólogo Richard Wiseman, de la Universidad de Hertfordshire dijó que los resultados del primer estudio no revelaron ninguna relación entre mentir y los movimientos de la mirada y la segunda parte del estudio mostró que hablarle a la gente acerca de las afirmaciones hechas por los profesionales de la programación neurolingüística no mejora sus habilidades para detectar las mentiras.
También se hizo un estudio de seguimiento en el que se incluyó videos de conferencias de prensa respetada en los que la gente pedía ayuda para encontrar a un pariente desaparecido o afirmaban haber sido víctimas de algún crimen. Aunque muchos decían la verdad, otros resultaron estar mintiendo. En este estudio tampoco se pudo demostrar ninguna relación entre las mentiras y el movimiento de la mirada.
Pero no os preocupéis, además de desmentir este mito, el doctor Richard Wiseman nos explica unos cuantos signos con los que todavía podemos pillar a los mentirosos.
- Los mentirosos construyen historias que nunca pasaron y así tienden a reducir al mínimo el número de veces que hacen referencia a sí mismos, por tanto, atentos a la frecuencia de palabras como yo, a mí, mío…
- La mentira es difícil y la gente tiende a no moverse cuando se están concentrando en algo, incluido cuando inventan una mentira. Cuidado si una persona de repente se vuelve muy tranquila.
- Los mentirosos son mucho más vacilantes al hablar que quienes dicen la verdad y tienden a tropezar con sus palabras.
- Los mentirosos a menudo tienen que pensar en lo que va a decir antes de hablar. Debemos sospechar si alguien de repente hace una pausa antes de comenzar a responder a una pregunta.
- Los mentirosos tienden a gesticular más que quienes dicen la verdad. Hay que tener cuidado si alguien de repente empieza a cubrirse la boca o tocarse el pelo mientras habla.