Las infecciones que afectan a nuestra piel suelen ser complicadas de tratar. Tenemos antibióticos en forma de pastillas o líquidos, y sobre todo en forma de cremas. Pero, como os hemos contado en otras ocasiones, las bacterias son cada vez más listas (o más resistentes, en este caso), y cabe añadir que tampoco es conveniente pasarse con los antibióticos, porque tienen diversos efectos secundarios añadidos (toxicidad, por ejemplo) aparte de provocar cada vez más y más resistencias. Para evitar todo esto puede que tengamos un nuevo tipo de tratamiento: luz azul.
Según un estudio de prueba llevado a cabo por Michael R. Hamblin y sus colegas del Hospital General de Massachussets y del Colegio de Medicina de Harvard, la luz azul selectiva podría erradicar bacterias que provocan infecciones en la piel y tejidos blandos, como la Pseudomona aeruginosa, y preservando íntegramente la capa más externa de la piel. Esta investigación se ha publicado en la revista Antimicrobial Agents and Chemotherapy.
La luz azul, como imaginaréis, no tiene ni potencial tóxico ni es un antibiótico, por lo que puede ser usada contra bacterias que hayan desarrollado cierta resistencia a estos últimos. Durante el estudio se infectaron animales con Pseudomona aeruginosa. Un grupo de animales fue tratado con la luz azul, donde todos sobrevivieron, mientras que en el grupo control murió el 82% (9 de un total de 11 animales).
Las infecciones cutáneas son la tercera causa de visita al médico en nuestro país, detrás de las infecciones respiratorias y las de orina, por lo que avances de este tipo vienen bastante bien. Sólo en Estados Unidos, donde se ha realizado el estudio, el 10% de los pacientes hospitalizados, un total de 14,2 millones de personas, cada año, son atendidos por este tipo de infecciones, ocasionando un coste médico de hasta 24 mil millones de dólares, que no es ninguna tontería.
Así lo expresa Hamblin:
“Los microorganismos se replican muy rápidamente, y cualquier mutación puede ayudar a ese microorganismo a sobrevivir delante de la acción de un antibiótico. Recientemente se ha descubierto una enzima nueva muy peligrosa, NDM-1, que hace que algunas bacterias sean resistentes a prácticamente todos los antibióticos actuales. Se ha detectado en Estados Unidos y muchos médicos están preocupados porque muchas infecciones pronto serán intratables”
“Por otra parte, a menudo las infecciones cutáneas requieren el uso de fármacos más caros, o más tóxicos, y pueden dar lugar a un aumento de la duración de la estancia hospitalaria”