Más horas de sueño: menos grasa

Generalmente se recomienda dormir de 7 a 9 horas diarias. Sin embargo, todos sabemos que nuestro ritmo de vida actual imposibilita, muchas veces, esa duración del sueño. La necesidad de levantarse bien temprano para empezar la jornada (ya sea laboral o estudiantil) y terminarla bien entrada la noche, unido otros días a series de televisión que acaban de madruga, a la vida social que alarga nuestras noches prácticamente sin darnos cuenta o incluso el estrés que muchas veces imposibilita nuestro encuentro con Morfeo… todos estos factores favorecen que nuestras horas de sueño se vean reducidas.

Esta reducción, con el paso del tiempo, puede favorecer que el número que arroje nuestra báscula sea cada vez más alto. De hecho, la evidencia de que pocas horas de sueño puede favorecer la obesidad es cada vez mayor y ya hay varios estudios prospectivos que asocian una corta duración del sueño con un aumento del peso y un aumento de la obesidad, tanto en niños como en adultos (Nielsen LS et al, 2011) (Chaput JP et al, 2010).
Aunque tampoco queremos con estas afirmaciones llegar a equivocaciones: dormir mucho también favorece la ganancia de peso. Y es así, lo sentimos, pero la idea que habéis tenido los que dormís poco de remediarlo durmiendo 12 horas de un tirón el fin de semana no va a funcionar. Es por ello que los expertos aconsejan no dormir menos de 7 horas ni más de 9.

En esta línea que comentamos, un trabajo publicado en la Internacional Journal of Obesity estudió si un cambio favorable durante 6 años de la duración del sueño afectaba a la adiposidad de adultos sanos (18-64 años). Aunque el estudio no utilizó una muestra realmente representativa sus resultados si son muy interesantes. Se incluyeron 43 personas que dormían menos de 6 horas/día y fueron separadas en dos grupos: un grupo continuó durmiendo menos de 6 horas y el otro fue intervenido hasta aumentar la duración del sueño a 7-8 horas. También se utilizaron 172 personas que dormían de forma habitual 7- 8 horas, como grupo control. Los resultados afirmaron no encontrar cambios significativos en la adiposidad (durante los 6 años que se produjo el estudio) del grupo control ni del grupo intervenido que aumentó la duración de horas dormidas. Sin embargo, en el grupo que continuó durmiendo menos de 6 horas/noche sí se encontraron cambios significativos, al aumentar el índice de masa corporal (IMC) y la masa grasa.
“Pero este estudio no dice nada nuevo de lo que no nos hayas hablado ya al principio”.
Bueno, quizás sí, el estudio concluye que: una intervención adecuada que posibilite aumentar las horas de sueño es capaz de atenuar la ganancia de grasa corporal que se produciría si se mantuviera el hábito de un descanso nocturno de 6 horas o menos.

Por ello, si sois de los que dormís pocas horas al día y no queréis aumentar de peso con el paso del tiempo, os aconsejamos que hagáis una restructuración de vuestro horario y dediquéis un mínimo de 7 horas al descanso nocturno.

Si os interesa el tema, os dejo un artículo donde describen los posibles mecanismos biológicos que median esta relación entre horas de sueño y adiposidad.

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