No, tus ojos no te engañan, ni tampoco has leído mal el titular. Puede parecerte que lees no tiene el más mínimo sentido, pero tal vez te sirva de consuelo saber que no eres el único: astrónomos y científicos de todas partes del mundo intentan encontrarle la lógica a la paradoja que se ha formado cuando, al estudiar los últimos datos recogidos por el Hubble sobre Matusalén (también llamada HD140283), la estrella conocida más antigua, han determinado de forma aproximada que tiene una edad de 14.5 mil millones, lo cual no sería ningún problema si no fuera porque la edad del Universo se ha datado en 13.8 mil millones. Es decir, que Matusalén podría ser 700 millones de años más vieja que el Universo en que vivimos.
No es la primera vez que Matusalén provoca quebraderos de cabeza a los científicos: ya en el año 2000 se intentó estimar la edad de la estrella, que se encuentra a tan sólo 190 millones de años luz de nuestro planeta. Y aquella vez, los resultados fueron incluso más desconcertantes, estimándose una edad de 16.000 mil millones de años. Es por esto que unos años después, con instrumentos y técnicas de medida más precisas, y con ya una idea de con qué iban a encontrarse, se ha vuelto a repetir la medición, obteniendo unos resultados que, si bien no son tampoco del todo válidos, sí son mucho más razonables.
La pregunta ahora es: ¿cómo es posible que haya una estrella más antigua que el Universo en el que se encuentra? La posibilidad que más se acepta es también la más simple y obvia: se trata tan sólo de un error de medida. Y es que ninguna ley o teoría física de las aceptadas en la actualidad concibe la posibilidad de que haya algo en el universo que se más antiguo que este. Para que nos hagamos una idea, podríamos decir que algo equivalente a esto sería que cualquiera de nosotros fuera mayor que su padre, algo que no tiene el más mínimo sentido. Pero claro, no podemos afirmar esto y quedarnos tan tranquilos. Porque, si hay errores en la medición o estimación, ¿dónde se han cometido?
De momento, ha quedado descartado que el error sea en la distancia a la que la estrella se encuentra, puesto que esto es una de las cosas que más se han tenido en cuenta en esta nueva estimación realizada por el Hubble, para la cual se ha utilizado la técnica de paralaje trigonométrica (que viene a decir, de forma muy general, que un cambio en la posición del objeto que observamos viene dado por un cambio en la posición del observador).
Las características más puestas a prueba ahora son las relacionadas con la composición química de la estrella: se estudia la posibilidad de que el helio que se produce en por fusión en la estrella se difunde más profundamente en el interior del núcleo: esto implica que la estrella consumiría menos hidrógeno, resultando en un menor ritmo de combustión y quema de energía que se traduciría en una vida más larga y, por tanto, en una edad menor a la estimada.
Por otra parte, también se analiza el radio oxígeno-hierro de la estrella: si este fuera mayor de lo predicho (es decir, si hubiera más oxígeno de lo normal), significaría que la estrella se formó cuando el universo era rico en oxígeno, cosa que ocurrió poco después del Big Bang. Si se confirmara esto, sí sería indudablemente una señal de que la estrella es, como sería lógico, más joven que nuestro Universo.
Teniendo en cuenta todas estas posibilidades, queda un error de medición de unos 800 millones de años. De ser así, y tomando el caso más extremo posible (que el error sea el mayor posible y que la estrella sea más joven de lo estimado), nos quedaría que Matusalén podría tener una edad que rondara los 13,7 mil millones de años. Lo cual, aunque por muy poco, le haría tener una edad que sí sería coherente. Aun así, habrá que esperar unos años para tener más datos fiables y válidos, puesto que seguro que no es la última vez que se estudia la edad de la que en la actualidad sí es, sin ninguna duda, la estrella más antigua del universo conocido.
Fuente: NASA