He aquí un gran misterio de la naturaleza: unos círculos bautizados como “anillos de hadas” en los que no crece vegetación y que se cuentan por miles en el desierto de Namibia. Son una especie de “calvas” que aparecen en la tierra y, si se tratase de círculos permanentes, se podría hallar la causa pero lo más impactante de todo es que aparecen y desaparecen con regularidad. Actualmente, existen varias teorías para explicar este hecho pero no hay ninguna que sea totalmente convincente, experimentalmente hablando. La más reciente apunta a que las causantes son las termitas pero no toda la comunidad científica está de acuerdo con ello, por lo que habría que seguir investigando. Vamos a analizar las distintas teorías que podrían explicar este fenómeno.
Un misterio aún por resolver
En Junio de 2012 se publicó en PLoS un nuevo estudio acerca de estos anillos. Miden entre 2 y 12 metros de diámetro y en su interior la vegetación no crece pero la mayoría están rodeados de un anillo de vegetación más alta que el resto. En el estudio, realizado por científicos de la Universidad de Florida no se dio respuesta al misterio pero sí se logró esclarecer que los círculos siguen una especie de ciclo vital que los hace aparecer y desaparecer con una cierta regularidad.
Los períodos de vida de los círculos oscilan entre 24 y 75 años. Al principio, el investigador que realizó el estudio, Walter Tschinkel, pensó que las termitas estaban detrás del misterio pero al excavar en muchos de ellos no encontró ni rastro de estos insectos.
En contrapartida a este primer estudio, en Abril de 2013, la revista Science ha publicado otro estudio sobre el misterio confirmando que sí se trata de las termitas. El estudio ha sido llevado a cabo por Norbert Juergens, un científico alemán de la Universidad de Hamburgo y afirma que estos insectos retiran la vegetación del interior del círculo, lo que evita la transpiración de la escasa agua subterránea y, así, la pueden aprovechar.
Para poder afirmarlo, se basó en que las termitas son los únicos organismos que aparecen de forma constante en las primeras etapas de formación de los círculos. Dentro de ellos, las termitas se alimentan de las raíces y cuando matan todo el pasto del interior, el agua de lluvia queda almacenada en las profundidades del suelo arenoso, lo que permite la formación de anillos de vegetación perenne alrededor.
Sin embargo, el nuevo estudio no acaba de convencer a toda la comunidad científica. Estos son los 3 razonamientos opuestos:
- El investigador de 2012, Walter Tschinkel, señala que es muy difícil demostrar que las termitas están atacando vegetación viva, cosa que el alemán no ha hecho en su estudio. Lo acusa de de confundir la correlación –incluso aunque ésta sea muy fuerte (termitas-círculos) – con la causalidad.
- Otra investigadora del Consejo de Investigación Agrícola de Pretoria (Sudáfrica), sugiere que los resultados publicados son consistentes con lo que saben los científicos sobre la especie pero se necesitan más pruebas para poder afirmar que la actividad de ‘forrajeo’ de las termitas pueda dar lugar a la formación de un círculo perfecto de suelo desnudo.
- Michael Cramer, un ecofisiólogo de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) considera directamente que los círculos de hadas “poco o nada tienen que ver con las termitas”. Actualmente, su estudio está en revisión y plantea que estas superficies circulares son el producto de patrones naturales de la vegetación como consecuencia de la competencia por los escasos recursos.
En resumidas cuentas, los anillos de hadas continúan siendo un misterio sin resolver. La hipótesis de las termitas parece bastante razonable pero aún hay aspectos que quedan por aclarar. Habrá que seguir haciendo estudios más minuciosos que puedan explicar estas formaciones.