No sé si le pasa a mucha gente, pero personalmente, cuando estoy estudiando para mis exámenes, odio que me pregunten el típico ¿Cómo lo llevas? Porque personalmente lo que me suele ocurrir es que no tengo la menor idea de cómo lo llevo… así que a mí en particular, y supongo (o quiero suponer) que a muchos otros estudiantes nos encantaría poder saber cuando algo ya lo hemos integrado y cuándo necesitamos repasarlo. Y cómo no, ya sería la leche si nos pudieran decir si en el examen vamos a hacerlo bien, no tan bien, o fatal… así aun estaríamos a tiempo de remediarlo (o disfrutar de ya llevarlo genial).
Bien, pues parece ser que afortunadamente para nosotros hay gente en el mundo a quien le preocupa esta cuestión, ya que una investigación de Sandia National Laboratories ha demostrado que es posible precedir lo bien que las personas recordaran información monitorizando su actividad cerebral mientras estudian.
Por ejemplo, “si tuvieses a alguien aprendiendo nuevo material y estuvieses monitorizando su electroencefalograma (EEG), podrías decirle, ‘Vas a olvidar esto, será mejor que lo estudies de nuevo’ o, ‘Muy bien,ya lo tienes, pasa a lo siguiente’”
El estudio constaba de dos partes:
- Predecir lo bien que alguien puede recordar lo estudiado.
- Precedir quien se puede beneficiar más del entrenamiento de la memoria.
Para la primera parte del estudio, el equipo de investigación monitorizó la actividad cerebral de un grupo de voluntarios mientras estudiaban listas de palabras. Luego, con un programa de ordenador y utilizando diversas variables, predijeron que había 23 personas que realizarían el test mejor que las demás… ¡y acertaron! Esas personas recordaron una media 72% de las palabras estudiadas, comparado al 45% que recordaba el resto de voluntarios.
La segunda parte pone a prueba diferentes tipos de entrenamiento de la memoria para ver como éstos cambian el rendimiento de la memoria de los participantes y su actividad cerebral. Se usó el mismo modelo de ordenador que en la primera parte para predecir quien tendría un mejor rendimiento en las pruebas de memoria y quienes obtuvieron un alto rendimiento lo hicieron incluso mejor tras el entrenamiento de la memoria.
Estos hallazgos todavía se están analizando, pero los resultados preliminares son alentadores. Una de las metas de Laura Matzen (responsable del equipo de investigación), es averiguar si registrar la actividad cerebral de una persona mientras utilizan su enfoque natural para el estudio puede predecir qué tipo de formación sería mejor para esa persona.
El siguiente paso sería “utilizar tareas de memoria más del mundo real, tales como las tareas que el personal militar tendría que aprender como nuevos reclutas, y ver si las mismas pautas se aplican a los tipos más complejos de aprendizaje”, dijo.
Matzen está interesada en ver qué causa el efecto y qué puede cambiarlo y confia en que su investigación pueda llevar a mejoras en como aprenden los estudiantes Le gustaría descubrir cómo el entrenamiento ayuda a la gente a trabajar a diferentes niveles y si un tipo de entrenamiento de estudio en particular funciona mejor para ciertos grupos.
Fuente: Sandia National Laboratories