Desde hace años se ha producido una rápida expansión en el desarrollo de la nanotecnología la cual ha logrado abarcar campos muy diversos, entre ellos, la medicina. Se ha conseguido desarrollar nanopartículas que transporten medicamentos a regiones o células especificas del cuerpo, permitiendo alcanzar lugares que de otra forma sería imposible , como el corazón de algunos tumores.
Actualmente los investigadores también están estudiando las nanopartículas como una manera de transportar drogas ( sustancia química no producida por nuestro organismo) a través de la barrera sangre-cerebro, una pared de células estrechamente conectadas que mantiene la mayoría de medicamentos fuera del cerebro.
¿Son seguras estas nanopartículas?
Kristina Bram Knudsen, toxicóloga en el National Research Centre for the Working Environment en Copenhague y otros investigadores probaron dos tipos de nanopartículas hechas a partir de diferentes polímeros, por lo que unas estaban cargadas positivamente y las otras negativamente. Éstas estaban vacías, es decir, no contenían ningún medicamento en su interior y fueron inyectadas en el cerebro de ratas durante una semana, tras la cual se recogieron los resultados. Las ratas que fueron inyectadas con nanopartículas cargadas negativamente no sufrieron ningún daño observable, sin embargo, tres de las cinco ratas ineyectadas con las nanopartículas positivas manifestaron importantes daños cerebrales.
Knudsen cree que los mismos atributos que hacen de las nanoparticulas positivas potentes administradores de fármacos son los que provocan estos deterioros, ya que su presencia podría afectar al normal funcionamiento de la célula. Dado que las células tienen una carga negativa en su exterior, atraen con mas fuerza a las positivas que a las negativas.
Las nanopartículas cargadas negativamente tambíen interaccionan con las células, pero lo hacen en menor grado y con más dificultad, ya que deben superar la repulsión que existe entre ellos y la superficie de la célula. La razón por la que éstas no fueran tan tóxicas es que no invaden a las células tan profundamente como las positivas.
Sin ninguna duda los hallazgos son intrigantes, o así lo asegura el ingeniero biomédico Jordan Green de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland. También advierte que no hay evidencia de que todas las nanopartículas cargadas positivamente se comporten de esta manera, objeción compartida por el experto farmacéutico Jian Qing Gao, de la Universidad de Zhejiang en Hangzhou, China, quien afirma que el tamaño y la concentración de partículas, así como la cepa de ratas utilizadas podrían haber influido en los resultados.
Fuente Sciencemag