Es bastante lógico pensar que en el caso de que hubiera nevadas en Marte no podría caer agua como aquí, puesto que entonces sería mucho más fácil encontrar uno de los mayores objetivos de la exploración espacial actual. Pero siempre es curioso descubrir como las cosas que en la Tierra ocurren de una forma completamente natural son muy diferentes en nuestros planetas vecinos.
Hielo seco es como se conoce al dióxido de carbono en estado sólido. Esto se debe a que al sublimarse (es decir, pasar de estado sólido a estado gaseoso), no deja rastros de humedad ni residuos líquidos. Aunque en nuestro planeta la temperatura para que esto ocurra es de -78ºC en Marte desciende hasta -125ºC, dado que allí las condiciones de presión son distintas.
El descubrimiento ha sido publicado en el Journal of Geophysicial Research. Paul Hayne, el autor principal del trabajo comenta:
”Estas son las primeras detecciones definitivas de nubes de nieve de dióxido de carbono. Gracias a los nuevos datos se ha podido constatar que son los suficientemente gruesas como para dar lugar a una acumulación de nieve”
No obstante, aunque sí se han obtenido pruebas sólidas por primera vez, se habían hallado ya indicios de esto. En 2008 la misión Phoenix Lander que envió la NASA observó la caída de agua hielo en el norte del planeta rojo, y en su polo sur se había detectado dióxido de carbono congelado.
Por otra parte, este nuevo estudio, cuyo descubrimiento ha sido realizado mediante la sonda MRO (Mars Reconnaissance Orbiter), ha encontrado información mucho más concreta: ha podido identificar una nube de CO2 de 500 kilómetros de diámetro, donde las partículas tienen el tamaño suficiente para caer hasta la superificie.
Fuente: ABC