Nuevas evidencias inquietantes sobre el origen de la vida

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Una línea de investigación liderado por Michael Blaber, biólogo estructural en la Universidad Estatal de Florida, cuestiona las hipótesis sobre cómo surgió la vida en la Tierra al ofrecer nuevos datos que han permitido un nuevo enfoque. La hipótesis de Michael Blaber expone que hace aproximadamente 4 mil millones de años existían 10 aminoácidos prebióticos (antes del surgimiento de la vida) que fueron capaces de formar proteínas con la capacidad de plegarse en un entorno muy salino (halófilo). Estas proteínas surgidas a partir de 10 aminoácidos prebióticos habrían sido capaces de proveer actividad metabólica para que surgieran los primeros organismos microscópicos del planeta hace 3’5-3’9 mil millones de años capaces de replicarse y adaptarse a las condiciones del entorno.

El laboratorio de Blaber ha conseguido identificar pequeños péptidos que pueden ensamblarse espontáneamente para formar arquitecturas proteicas específicas y complejas. Su reciente trabajo ha explorado si esos péptidos pueden estar formados por sólo los 10 aminoácidos prebióticos y todavía plegarse. El equipo de Blaber ha obtenido proteínas con la capacidad de plegarse a partir de tan sólo 12 aminoácidos. Ahora sólo falta intentarlo con 11, y si se logra, con 10. Si finalmente la hipótesis de Blaber se demuestra totalmente (se ha demostrado el 80% de su hipótesis), los científicos tendrían que replantearse sus creencias sobre dónde y cómo comenzó la vida en la Tierra.

El paradigma actual sugiere que primero surgió el ARN en un ambiente con altas temperaturas (termófilos). Sin embargo, los resultados obtenidos por el equipo de Michael Blaber cuestionan esta perspectiva al enfocar el origen de la vida en proteínas en ambientes halófilos; es decir, estos resultados contradicen que el ARN fuera la primera molécula de la vida al centrarse en que estos aminoácidos prebióticos, que han podido generar proteínas con capacidad de plegarse, fueron las primeras moléculas de la vida. También se contradice el papel protagonista de los ambientes termófilos en el origen de la vida, como las fumarolas hidrotermales de las profundidades oceánicas. Ahora con esta nueva perspectiva propuesta por Blaber los ambientes halófilos adquieren mucha más importancia de la que se les daban puesto que serían los ambientes propicios para que pudiera surgir la vida.

Blaber destaca la capacidad de plegamiento de las proteínas para que puedan formar las correctas estructuras para sustentar la vida tal y como la conocemos. Este plegamiento permite que las proteínas puedan interaccionar unas con otras permitiendo reacciones químicas ESPECÍFICAS y adaptarse al entorno en el que se encuentren, siendo ésta una característica fundamental de la biología al permitir que los organismos puedan vivir en condiciones extremas tales como ambientes con temperaturas extremas, alta acidez, elevada presión, alta salinidad, etc.

Cómo surgieron los aminoácidos

El cuerpo humano utiliza 20 aminoácidos comunes con los que forma todas sus proteínas. De estos 20 aminoácidos, 10 de ellos se formaron por vías biosintéticas, es decir, mediante procesos biosintéticos realizados por organismos. Los otros 10 aminoácidos, los aminoácidos prebióticos, pudieron surgir por reacciones químicas sin requerir procesos biosintéticos, sin organismos que los sintetizaran. Los impactos de fragmentos de cometas y meteoritos, como el meteorito que impactó en los Urales, han proporcionado evidencias de la llegada de aminoácidos mediante estas colisiones. Estos fragmentos, que habrían proporcionado los 10 aminoácidos prebióticos al planeta, datan de un tiempo anterior a la Tierra cuyos orígenes se remontarían a la formación de nuestro sistema solar.

Puede que estas nuevas evidencias aportadas por Blaber se sitúen en el camino correcto con el objetivo de empezar a entender uno de los grandes misterios de la historia: el origen de la vida. Como siempre, sólo nos queda esperar a los nuevos datos que pueda proporcionar el equipo de Blaber para ver si realmente el origen de la vida adquiere una nueva y revolucionaria perspectiva al desmontar las antiguas creencias.

 

Fuente: NCYT

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