La autoestima viene dada por múltiples valoraciones que hacemos de nosotros mismos, incluyendo cualidades y defectos. A lo largo de toda la vida vamos formando nuestro autoconcepto en interacción con los demás, y su opinión, queramos o no, es una parte importante que influye en la autoestima. Así mismo, los roles y categorías sociales a los que pertenecemos conforman también otra parte de su autoconcepto. Sin embargo, el mero hecho de pertenecer a una determinada categoría o grupo social puede hacer que asumamos como propias características que no nos definen en realidad, ya que no siempre cumplimos dichos criterios, algunos de ellos estereotipados, que definen esa categoría. Esto es lo que ocurre cuando los estereotipos son interiorizados por la persona, convirtiéndose así en autoestereotipos.
Conocido este mecanismo, pensemos ahora en un grupo desfavorecido y tremendamente estereotipado, como puede ser el de las personas que sufren algún tipo de enfermedad mental. Las personas con diagnóstico psiquiátrico conforman sin duda un grupo que despierta un fuerte estigma social, lo que con frecuencia se convierte en un verdadero obstáculo para la recuperación e integración de este grupo de personas. Del mismo modo, la asunción por parte estas personas de ciertas falsas creencias que la sociedad y a veces ellos mismos, mantiene hacia la enfermedad mental, pueden ser también una barrera en su propio proceso de rehabilitación.
Recientemente, expertos en salud mental, han participado en una jornada organizada por Fedeafes (Federación de Euskadi de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental) para reflexionar sobre diversas vías para alcanzar la plena ciudadanía de las personas con enfermedad mental, donde han alertado de que el estigma es uno de los principales obstáculos para la recuperación de las personas con enfermedad mental.
En esta jornada, en la que han colaborado las asociaciones de ASVAR, OME-AEN y SVNP, el jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital de Basurto, Miguel Ángel Torres, ha señalado que “la actitud colectiva hacia la enfermedad mental es la prueba de algodón de la salud mental de la sociedad”.
También ha destacado que una de las maneras para reducir el estigma que padece este colectivo es reforzar que los profesionales transmitan una “información realista y correcta de la enfermedad mental a la sociedad, las familias, los pacientes y autoridades”. La sensibilización debe extenderse también al ámbito educativo y a los medios de comunicación, por su especial responsabilidad como creadores de opinión.
Yolanda Fillat, consultora social de Alter Civites, ha presentado el estudio que está desarrollando Fedeafes sobre la realidad del estigma social de las personas con enfermedad mental. Según ha dicho, el concepto negativo de este colectivo implica el desarrollo de sentimientos de “culpabilidad, soledad, angustia, sufrimiento y tristeza” entre los afectados y sus familiares.
Asimismo, ha constatado que surgen actitudes de “vergüenza, autorrechazo, aislamiento, negación de capacidades, desmotivación, desilusión y no aceptación de la enfermedad mental”, entre otras. Como medida , ha propuesto impulsar el empoderamiento de las personas con enfermedad mental, “porque son las primeras en autoestigmatizarse”, y de sus familias para contribuir a la sensibilización de la sociedad.
Fuente: psiquiatría.com; fedeafes.org