Una cita a ciegas puede ser una cosa terrible para un hombre: su pulso aumenta, sus manos sudan, y su mente se convierte en un desorden. No puede dejar de pensar cosas como “¿qué voy a decir?” o “¿como será? “. En pocas palabras, se vuelven temporalmente estúpido.
Y antes de que todos los hombres que leen este blog se pongan a la defensiva, esto no es ningún tipo de artículo machista escrito por una mujer sin éxito con los hombres que odia a todo el género masculino, ni tampoco por una creída que se cree mejor que todos ellos. Sólo voy a hablar de ciencia, de un experimento realizado por investigadores procedentes de los Países Bajos quienes sugieren en un experimento de reciente publicación que sólo de pensar en conocer a una mujer por primera vez, puede interferir con los procesos cognitivos masculinos.
Los investigadores ya habían demostrado previamente que los varones muestran una marcada disminución en su capacidad cognitiva al interactuar con una mujer atractiva en persona por primera vez. Según los científicos del comportamiento esta caída en la capacidad cognitiva se explica porque los hombres dedican más recursos mentales para controlar su apariencia con el objetivo de aumentar sus posibilidades ante una pareja potencial.
En el pasado, interactuar cara a cara era la mejor forma para tener un primer contacto. Pero ahora, con el auge de los teléfonos móviles y las interfaces de chat en línea han provocado que muchas personas experimenten sus primeras interacciones con los demás a través de mensajes de texto o mensajes instantáneos.
Debido a esto, los investigadores que trabajaron este estudio estaban interesados en descubrir si los hombres muestran una alteración en su funcionamiento cognitivo cuando están interactuando con una mujer en un formato basado en texto sin tener absolutamente ninguna información sobre el aspecto de esa mujer.
El estudio se dividió en dos experimentos que demostrarían una relación entre el deterioro del pensamiento masculino y un encuentro previsto con una mujer.
Para el primer experimento, se les hizo una prueba cognitiva a estudiantes universitarios y luego se les ordenó realizar una tarea. Durante esta tarea, los estudiantes seguían instrucciones que les eran enviadas instantáneamente por mensaje a través de un ordenador. A unos se les decía que las instrucciones se las mandaba un hombre, y a otros que lo hacía una mujer. En realidad, no había observador, y el ordenador estaba enviando instrucciones pre-programadas. Después de la tarea, se midió otra vez la capacidad cognitiva de los estudiantes.
El segundo experimento tuvo como objetivo ver si la sola idea de interactuar con una mujer desconocida en un futuro próximo perjudicaría la capacidad cognitiva masculina.
Siguiendo el mismo esquema que el experimento anterior, los estudiantes universitarios fueron sometidos a una prueba cognitiva y luego se les dijo que iban a trabajar en breve con un investigador femenino o masculino en una tarea. Sin embargo, antes de que esta tarea se llevase a cabo, a los estudiantes se les realizó otra prueba cognitiva para ver si la anticipación de interactuar con este individuo iba a cambiar su funcionamiento mental.
En el primer experimento, las chicas no mostraron cambios significativos en su capacidad cognitiva, independientemente del sexo del observador imaginario, los chicos demostraron una significativa bajada del funcionamiento cognitivo cuando creyeron que estaban interactuando con una mujer.
Si extiendes esto un poco al mundo real, estos resultados indican que los hombres dedican una parte decente de sus recursos mentales para impresionar a su pareja, incluso cuando no saben absolutamente nada de ella. Los investigadores explican esto como la “teoría de la gestión de errores” en la que el comportamiento masculino ha evolucionado para minimizar el riesgo de oportunidades de apareamiento perdidas, aun cuando esto les cueste malgastar un tiempo y esfuerzo persiguiendo mujeres desinteresados.
En el segundo experimento, las chicas volvieron a no verse afectadas por el sexo de la persona con la que iban a trabajar, mientras que los chicos mostraron una caída en picado de su capacidad cognitiva cuando pensaban que iban a trabajar con una mujer.
En resumen, el segundo experimento indica que el sólo hecho de anticipar una interacción con una mujer por primera vez, puede disminuir la capacidad cognitiva de un varón.
Como una nota interesante, el experimento no puso a prueba a los varones homosexuales, por lo que no existen datos sobre la forma en que su funcionamiento cognitivo operaría en tal situación. Además, a los hombres no se les informó de si la hembra con la que iban a interactuar estaba soltera o tenía pareja.
Si los hombres estuvieran dedicando sus recursos mentales, con el objetivo de una pareja potencial a sabiendas de que la hembra no está disponible, podrían disminuir los recursos cognitivos dedicados a impresionarla.
De todos modos, si eres una mujer y crees que los hombres con los que tienes citas parecen un poco tontos, ¡no les culpes! ¡La culpa es tuya! ¡Eres tú quien los vuelve tontos!
Fuentes: Mind the Science Gap/ Springer Link