La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune del sistema nervioso con muchas peculiaridades, pero cada vez vamos conociendo más tanto a la enfermedad como a cada uno de estos factores característicos que nos hacen poner el punto de mira en la posibilidad de diagnosticarla. Hoy en día sabemos que determinados factores, como la dieta o el café, pueden ser beneficiosos en cuanto a la prevención y control a largo plazo de la enfermedad se refiere.
Sin embargo, existe una peculiaridad que parecía ser un misterio, hasta hoy: ¿Por qué los pacientes con esclerosis múltiple parecen mejorar en invierno y empeorar en verano?
La paradoja estacional de la esclerosis múltiple, al descubierto
El misterio de la llamada “paradoja estacional” de la esclerosis múltiple parece haber sido descubierto por parte de un grupo de investigadores del Centro Ann de Enfermedades Neurológicas del Hospital de Mujeres de Brigham, capitaneados por Francisco Quintana, cuyo trabajo ha llegado a publicarse en la revista Cell. Al fijarse en los factores ambientales y preclínicos de la enfermedad, detectaron que la melatonina, una hormona implicada en la regulación del ciclo sueño-vigilia, podría influir en la esclerosis múltiple.
Pero, ¡ojo!, pues los investigadores advierten que su descubrimiento no significa en ningún caso que los pacientes que sufran esclerosis múltiple deban tomar suplementos de melatonina en ningún caso, ya que actualmente se encuentra en forma de suplementos pero todavía es inestable. Esto tan solo se trata de un nuevo enfoque a partir de datos ambientales que podría desembocar en futuras y mejores terapias, por el momento.
Para llegar a este hallazgo, los investigadores se dieron cuenta de que, mientras estudiaban a 139 pacientes con esclerosis múltiple remitente-recidivante, estos parecían mejorar en las épocas de otoño e invierno, y esto ya se había observado en estudios previos.
Posteriormente se tuvieron en cuenta algunos factores ambientales que se habían propuesto como posiblemente relacionados con la enfermedad, tales como niveles de vitamina D, incidencia de rayos UV o infecciones del tracto respiratorio superior. Pero el factor que se asoció consistentemente con la gravedad de los síntomas de la enfermedad no fue ninguno de estos, sino la melatonina, cuyos niveles cambian según la hora del día y también según la estación del año: En los días más largos de primavera y verano, los niveles de melatonina son más bajos; mientras que en los días cortos de otoño e invierno, los niveles de melatonina son más altos.
La melatonina parece dar buenos resultados para combatir los síntomas de Esclerosis Múltiple
Tras observar esto, los investigadores se dispusieron a comprobar sus datos mediante un estudio de laboratorio. Usando modelos de ratón y células humanas, estudiaron el efecto de la melatonina sobre ciertos tipos de células, específicamente aquellas conocidas por tener un papel clave en la respuesta inmune que da lugar a la enfermedad. Y resultó que sí, la melatonina afecta a las funcione sde dos tipos: Las células T patógenas que atacan y destruyen los tejidos y las células T reguladoras.
La melatonina consigue un efecto protector, amortiguando esta respuesta inmune y manteniendo a las células T inhibidas.
Por el momento no es factible ni recomendable usar suplementos de melatonina, pues la investigación al respecto es escasa, y dichos suplementos tienen algunos efectos secundarios como la somnolencia. De momento el objetivo de los investigadores será separar los mecanismos moleculares específicos que hacen que la melatonina sea capaz de parar al sistema inmune, evitando cualquier toxicidad y con efectos secundarios mínimos, lo que significaría que en un futuro podría colaborar en el tratamiento de la esclerosis múltiple.
Vía | Neuroscience News.
Fuente | Cell.