Mi profesor de física siempre decía que cuando un matemático mete las narices en un campo diferente al suyo siempre se produce algo interesante. Y tiene razón, las matemáticas es un campo muy versátil y la gente que las estudia no acaban únicamente siendo profesores de matemáticas, sino que adquieren cargos importantes en diferentes empresas, normalmente relacionados con la economía. Pero en ocasiones un matemático se cuela en un campo mucho más alejado de los números y usa su conocimiento para dar enfoques nuevos e innovadores a problemas tradicionales. En este artículo hablaremos del uso de las matemáticas para luchar contra organizaciones terroristas.
En un estudio reciente, los matemáticos Anthony Bonato y Pawel Pralat de la Universidad de Toronto (Canadá) han elaborado un modelo matemático que imita a las organizaciones terroristas reales y pueden ayudar a buscar maneras de eliminarlas. Para entender el modelo y el funcionamiento de las organizaciones terroristas no hay nada mejor que ver otra organización muy parecida: las fans de Justin Bieber.
Justin Bieber no es un terrorista, ni sus fans tampoco, sin embargo las redes sociales que han montado a su alrededor tienen características comunes con las redes terroristas. La red social de Justin es muy diferente a la que tienes con tus amigos en Facebook: en Facebook tu contactas con tus amigos y viceversa, estando todos al mismo nivel; en cambio cuando Justin Bieber habla, todas sus fans le escuchan e intercambian información entre ellas pero realmente las fans no llegan a hablar directamente con Justin. En su red social, Justin siempre genera toda la información y sus fans siempre la reciben. En teoría de grafos a estas redes se les llama redes directas acíclicas o redes jerárquicas, ya que la información siempre viaja de “arriba” (Justin Bieber) hacia abajo (fans).
Una organización terrorista funciona igual, ya que los atentados son planeados por las altas esferas y son llevados a cabo por las pequeñas células terroristas obedientes. Sabiendo esto, para detener los ataques terroristas antes de que se lleven a cabo es necesario cortar o controlar la comunicación de las altas esferas con las células terroristas, y cuanto más “arriba” en la red social, mejor. En el caso de Justin, si se le bloqueara el Twitter las fans quedarían “inutilizadas” por falta de órdenes.
Esta idea es fácil de decir pero difícil de realizar, ya que el secretismo y la seguridad aumentan a medida que nos acercamos a la cabeza de una organización terrorista. De igual modo es posible introducir infiltrados en las pequeñas células terroristas, pero al estar en un escalafón inferior no obtendríamos ninguna información importante para desmantelar la red.
En el trabajo publicado se buscan posibles puntos débiles en la organización terrorista, y para investigar han desarrollado una estrategia original: crear un videojuego. Y este videojuego no es de terrorismo ni nada similar, sino de volcanes. El juego, desarrollado por ellos, se llama Seepage y está basado en la erupción del volcán Eldfell en Islandia en 1973. El volcán tuvo una erupción lenta que permitió a sus habitantes enfriar la lava con bombas de agua antes de que causaran algún destrozo. En el juego compiten dos jugadores, uno representa al volcán y controla los flujos de lava que bajan, el otro jugador se encarga de cortar el paso a la lava usando agua. Tras observar cientos de jugadas bajo diferentes condiciones (cambiando el número de habitantes que podían cortar el flujo de lava y la forma de propagación del volcán, entre otros parámetros), los matemáticos usaron esta información para determinar cuál es la mejor acción a la hora de cortar la información en una organización terrorista.
Cuando compararon los resultados obtenidos con posibles redes terroristas (o de propagación de lava) demostraron que las redes sociales jerárquicas son difíciles de erradicar si cortamos las conexiones en los escalones bajos, en cambio si la red terrorista fuera igualitaria (como tu red social de Facebook) no importa tanto donde se corta el flujo de información y se vuelve más sencilla de erradicar. No es tan extraño que las organizaciones terroristas que más perduran sean precisamente jerárquicas, en las que los líderes se encuentran más protegidos, por eso un sistema típico de la lucha contra el terrorismo es el uso de infiltrados a largo plazo, que logren subir escalones y localizar el punto débil en la red.
Gracias al juego aún tienen datos para analizar y pronto podrán aportar nuevas estrategias que puedan ser aplicadas por la policía para combatir el terrorismo. Es una aportación importante del campo de las matemáticas para promover la paz.
Fuente | Siam