Realmente, deberíamos usar más vídeos en las entradas de los que os hemos traído hasta ahora. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, aunque teniendo en cuenta que entráis aquí para leer, esto pierde un poco su significado. Sin embargo, siempre va bien un buen apoyo visual, como aquella vez que os enseñamos como reacciona nuestro cerebro en una primer cita en un gracioso vídeo animado, o el estupendo vídeo sobre cómo se desarrolla un bebé en el útero materno (aún no he visto una explicación mejor).
Hoy no será un vídeo tan bonito, ni tan largo, pero con tan solo 6 segundos os podréis hacer una buena idea del asunto.
La diferencia entre el pulmón de un fumador y el de un no-fumador
Este vídeo, que he podido traeros gracias a Sploid Gizmodo, explica de forma corta pero bastante intensa como puede acabar nuestro querido órgano respiratorio si lo sometemos a años de lesiones (por el tabaco, en este caso).
Actualmente se ha llegado a afirmar que “si el tabaco no existiera, el cáncer de pulmón sería una enfermedad rara“. Hay cánceres de pulmón que no están relacionados con el tabaco, ojo, pero la gran mayoría se producen justo por este agente tóxico. Los esfuerzos actuales se gastan en encontrar formas más rápidas, cómodas y eficaces de diagnosticar este tipo de cáncer, ya sea mediante un análisis de sangre o un test de aliento. Pero todo esto implica grandes gastos de investigación y tiempo, un tiempo en el que la gente que fuma sigue autodestruyéndose, y no solo por el cáncer pulmonar, pues hay muchísimas más enfermedades ligadas al tabaco (infartos de corazón, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer de boca y de vejiga…).
Finalmente, y sin más preámbulos, os dejo con el vídeo.