“Los diamantes son para… todo” La realidad es que los diamantes no son para siempre (destruirlos es tan fácil como ponerlos al fuego) pero sí que sirven para todo. debido a sus increíbles propiedades de dureza y capacidad para soporar presión son ideales en miles de aplicaciones más allá de la joyería. Pero los diamantes son muy caros, sobre todo para no ser más que grafito. Ese problema puede tener ya solución gracias al Q-Carbon, el diamante sintético con aplicaciones científicas.
Qué es el Q-Carbon
Como casi todos sabemos a estas alturas de la vida, el diamante no es más que grafito, con otra estructura interna. Y es que al final el diamante son átomos de carbono colocados de una forma especial, que se produce de forma natural a altas presiones, como las que se soportan a las profundidades en las que se encuentran los diamantes naturales. El Q-Carbon es un nuevo tipo de ordenación del carbono que también es sólido a temperatura ambiente y que tiene muchas similitudes con el diamante.
El Q-Carbon es un tipo de material que se crea sintéticamente en el laboratorio de forma mucho más barata de lo que se crea actualmente el diamante, que también puede crearse en el laboratorio. Esta nueva fase del carbono posee una dureza bastante mayor que la del diamante y puede crearse en formas y tamaños nanométricos aumentando la facilidad de crear dispositivos diseñados específicamente para un cometido concreto como estudiar nuevos materiales a altas presiones.
Para qué puede servir el Q-Carbon en el futuro y el presente
A día de hoy el diamante se usa extensivamente en el ámbito de la investigación y de las empresas, especialmente para cortes y pulimientos de alta precisión y para estudiar materiales a altas presiones. Con las nuevas técnicas de creacción de nanoutensilios de Q-Carbon estás técnicas puede depurarse y mejorar en precisión mediante la realización de nanoalfileres de Q-Carbon que sustituyan las actuales puntas de diamante y que permitirán estudiar nuevas propiedades de materiales que pueden ser el futuro de nuestra sociedad.
Es muy probable que el Q-Carbon no tenga un hueco claro en el mundo de la joyería y mucho menos desterrar al diamante como la piedra de las piedras preciosas, pero en el ámbito de la investigación, el que más no importa en este blog, desde luego que puede suponer una revolución sin precedente en la investigación de materiales a través de las altas presiones; un campo que está en auge y que cada vez está dando más y más aportaciones al mundo científico y a la vida cotidiana de todos nosotros.
Fuente | Phys.org