Recién hemos estrenado el verano y bien sabemos que con él llegan los días más largos del año, llega la playa, las piscinas, las terrazas y llegan las comidas o las cenas al aire libre. Es más que habitual reunirnos con los amigos alrededor de un fuego para disfrutar de carne a la parrilla (o como llamamos por aquí: “torrá”), de unas salchichas, de unas hamburguesas o simplemente de una comida con buena compañía.
Pero en Medciencia siempre velamos por unos buenos hábitos saludables, por ello aunque consumidos de forma esporádica no supongan ninguna desventaja, vamos a tratar de descifrar qué alimento es más saludable: ¿la hamburguesa o el perrito caliente?
HAMBURGUESA:
Tenemos muchos factores a considerar ante las hamburguesas como son el tamaño, el tipo de carne utilizada para su elaboración o incluso con qué se acompaña (pan, salsas, queso…). Generalmente, una hamburguesa suele pesar entre 80-120g y están hechas con carne de ternera semi grasa. Aunque es cierto que hay diversas modalidades –comercializan hasta hamburguesas de salmón y merluza- este tipo son de las más consumidas. Pues bien, los 120g de la hamburguesa de ternera aportan alrededor de 300 kcal, más de 20g de grasas y entre 9 y 10g de grasa saturada. Y es sólo la carne de la hamburguesa. Si sumamos el pan, el kétchup, la mostaza, la mayonesa y las lonchas de queso la cosa suma y sigue. Sobrepasamos las 600 kcal y además se dispara el sodio procedente de las salsas.
Por el contrario, como aspectos positivos podemos destacar que en ocasiones se acompañas de algunas hortalizas como tomate o lechuga. Además, nutricionalmente, la hamburguesa nos aportará una buena cantidad de proteínas de alto valor biológico, hierro y zinc.
HOT DOGS:
Las salchichas presentan una pequeña ventaja que, paradójicamente, puede transformarse en su mayor desventaja, y no es otra cosa que su peso. Las salchichas suelen ser más pequeñas (entre 40-80g) y esto les da una ligera ventaja frente a las hamburguesas. Sin embargo, con una hamburguesa, al ser más grande, solemos tener suficiente, con un perrito caliente no. Es fácil tomar más de una y más de dos. Por otro lado, las salchichas están mucho más procesadas y son una bomba de sodio. También contienen aditivos como nitritos y nitratos a los que parte de la literatura científica (aunque no toda) los asocia con un mayor riesgo de cáncer.
Como aspecto positivo destaca el menor aporte de grasas saturadas. Además, a los perritos calientes se les acompaña con pan pero es raro adicionarle queso, bacon u otros ingredientes que disparan el contenido calórico y graso.
ENTONCES… ¿HAMBURGUESA O HOT DOG?
Aunque es una decisión en la que pueden influir numerosas variables, ante una misma cantidad de peso y de acompañamientos, nos decantamos por la hamburguesa como opción más saludable ya que, aunque tenga una ligera mayor cantidad de grasas saturadas, aporta más hierro, más zinc, más y mejores proteínas y mucho menos sodio. Sin embargo ya hemos remarcado que debemos tener en cuenta el tamaño de una u otra, las unidades que vamos a comer, así como los acompañamientos.
UNA HAMBURGUESA MÁS SALUDABLE: Utilizar carne de pollo, pavo o de ternera con escaso contenido graso junto con un acompañamiento predominantemente vegetal como rodajas de tomate, lechuga e incluso cebolla caramelizada, disminuye considerablemente el aporte calórico y además se enriquece nutritivamente. Si a esto le añadimos tomate natural o un poco de mostaza y un panecillo de grano entero (y no el típico pan de molde), incorporaremos más fibra, magnesio, selenio y conseguiremos una hamburguesa mucho más completa y con un menor aporte calórico, graso y de sodio.
UN HOT-DOG MÁS SALUDABLE: Escoger las salchichas con el menor aporte de grasas y sodio, así como cocinarlas hervidas en agua va a propiciar que no incorporemos muchas grasas. En lugar de adicionar kétchup, mostaza u otras salsas que le suman mucho más sodio sería conveniente optar por escoger alguna guarnición vegetal.
Vía| eatingwell