Tanto caminar como correr son actividades físicas bastante populares entre la población. No obstante, si una es preferible a la otra, especialmente en cuanto a la mejora de la salud se refiere, ha sido muy debatido. Por ello, hoy os traemos una serie de estudios que han comparado directamente los beneficios de correr contra los de caminar. La conclusión de cual ofrece más ventajas, como casi siempre, dependerá de lo que busquemos.
·Si buscamos reducir o controlar nuestro peso:
Un reciente estudio publicado el pasado mes de abril en “Medicine & Science in Sports & Exercise“, ya lo deha bien claro con su título de publicación: “Greater Weight Loss From Running than Walking ” (en español: Mayor pérdida de peso corriendo que andando).
Para esta investigación, los autores han revisado los datos procedentes de la encuesta “National Runners and Walkers Health Study” en la que se contó con 15.237 sujetos que practicaban la caminata y el senderismo, y con 32.215 corredores. A todos los participantes, se les pesó, se les tomó circunferencia de la cintura y se les preguntó acerca su alimentación y kilometraje semanal medio de caminar o correr al inicio del estudio y otra vez hasta seis años más tarde.
Por una gran mayoría, los corredores eran más delgados que los participantes que se dedicaban a caminar. Y se vio así tanto al principio del estudio como después, puesto que las personas que solían correr mantuvieron su pero corporal y su perímetro de cintura mucho mejor que aquellos que caminaban.
·Si buscamos mantener a raya el trío azúcar/colesterol/ tensión:
Bien, parece que correr en comparación con caminar otorga más ventajas a la hora de mantener o perder peso corporal. Pero en otros aspectos de la salud, nuevos estudios muestran que el caminar puede ser, al menos, tan beneficioso como correr.
Es el caso del estudio publicado hace menos de un mes en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, en el que se comprueba que tanto los corredores como los individuos que caminan tienen mucho menos riesgo de tener presión arterial alta, así como menos riesgo de tener altos niveles de colesterol malo, diabetes y riesgo enfermedad cardíaca que sus pares sedentarios.
Pero los sujetos que se dedican a caminar pueden tener mayores ventajas. Por ejemplo, los corredores redujeron su riesgo de enfermedad cardiaca en un 4,5 % si entrenaban 1 hora al día y los caminantes que gastaban la misma cantidad de energía por día (obviamente esto les suponía caminar durante más rato que 1 hora) redujeron su riesgo de enfermedad cardíaca en más de un 9 %.
Con esto una cosa queda clara: sea cuales sean tus objetivos, tanto correr como caminar es mucho más saludable que no hacer nada.
Vía| The New York Times
Imagen| PremioBrainers/ RunnersWorld