Renovarse o morir, un dicho que hemos escuchado en múltiples ocasiones. Ahora y más que nunca, con la crisis que hay del papel o del refranero popular hay que pasarlo a la práctica.
Cuando en la agricultura, los costes de producción cada vez son más elevados, con el aumento del precio de los fertilizantes, del gasóleo, etc. y los precios de venta desde los productores primarios están anclados en un pasado que se remonta a más de 10 años, hay que apostar por algo nuevo, algo diferente, con el fin de abaratar costes y seguir adelante con mayor calidad.
Innovación desde Elche
Adolfo Pérez, un agricultor ilicitano de 39 años, ha sido distinguido por la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Elche como el “Agricultor del año 2012” en su IX edición, por su profesionalidad y sus excelentes técnicas de producción.
Este agricultor afirma que le gusta estar a la última, además de entender que es el camino a seguir para consolidar el trabajo.
¿Por qué fue galardonado?
En sus cultivos, como son alcachofas, coliflor, tomates y pimientos, ha sustituido la tierra (sin necesidad de trucos de magia) por sustrato de coco, ha controlado el riego y el abono de sus cultivos por ordenador, y ha introducido chinches en sus plantaciones para combatir las plagas.
Son tres puntos importantes que vamos a comentar un poco su importancia.
Hidroponía y sustrato de coco
En un principio Adolfo introdujo la hidroponía, que es la sustitución de la tierra por soluciones minerales en los cultivos. Tras esto, optó por cambiar estas soluciones por sustratos de coco, aislados del suelo.
Se han realizado ensayos preliminares en Australia y en algunos países europeos (Holanda), en las décadas de los 70 y 80, demostrando que la fibra de coco podía utilizarse con éxito como material alternativo y/o sustitutivo de la turba en los sustratos para el cultivo del suelo.
La utilización como sustrato de la fibra de coco, es importante desde un punto de vista ecológico contribuye a la eliminación de fuentes contaminantes, además de que permite obtener altos niveles de enraizamiento en distintas especies vegetales.
Control informático
Imaginemos que queremos controlar a la perfección el drenaje y abono de un cuadrado de 74 metros de lado. Sería complicado el control total de nuestra superficie imaginaria, que son 5500 metros cuadrados, que es la superficie del invernadero de Adolfo.
Para optimizar recursos, este agricultor, controla informáticamente el riego de sus cultivos, mediante un programa de ordenador, que le ayuda a controlar de forma automatizada la conductividad y el pH. Además mediante sensores vigila las necesidades de abono y drenaje.
En un momento como el actual, no se puede estar desperdiciando tiempo y dinero, sino que hay que optimizar tiempo y recursos, justo lo que ha hecho Adolfo.
Control de plagas
Para controlar las plagas que afectan a los cultivos, existen una gran cantidad de productos químicos, todos los que acaban en –icida (insecticida, acaricida, fungicida, etc.), que terminan dañando el sustrato sobre el que se asienta el cultivo.
Por esa razón, Adolfo también ha decidido aplicar tratamientos biológicos para combatir las principales plagas en lugar de aplicar productos químicos. Estos tratamientos biológicos consisten en utilizar depredadores naturales de los causantes de las plagas.
Conclusión
Como se ha visto en la experiencia práctica (la teoría sin práctica no es nada), Adolfo Pérez ha logrado en momentos de crisis, agudizar el ingenio con el fin de reducir costes, respetando el medio ambiente. Esto demuestra que tecnología, medio ambiente y economía pueden ser totalmente compatibles.
Hay una frase de Albert Einstein que es totalmente apropiada en los momentos en los que vivimos: “es en la crisis cuando nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias; quien supera la crisis se supera a sí mismo, sin quedar superado”.
El protagonista del artículo de hoy también indica que si no nos renovamos, nos podemos quedar atrás, la pregunta es: ¿queremos quedarnos atrás? De nosotros depende.
Fuentes: Agro Información y Agricultura Orgánica
Imagen: Sierra Maestra