Hay días que parece que la cabeza no nos funciona bien, que vamos más lentos o que parece que todo nos sale mal, que estamos como torpes. Pues puede que todo ello se deba a que no has dormido bien o no has dormido lo suficiente. Hoy te mostramos algunas de las señales típicas que nos indican que deberíamos dormir más.
1. Mover las piernas o jugar con el bolígrafo
Puede parecer irónico (ya que es cansino) pero el cerebro para mantenerse alerta y despierto necesita llevar a cabo acciones que le mantengan activo. Cuando más cansados estamos más activos podemos parecer. Esto ocurre porque cuando movemos los músculos le estamos dando una señal al cerebro para permanecer activo (algo mucho más necesario cuando estamos cansados). Puede ser que te sientas inquieto, que prefieras estar de pie todo el rato o moverte. En cualquier caso puede que ello ocurra porque al no dormir lo suficiente el cerebro necesita (y genera) formas de mantenerse activo y alerta.
Obviamente si eres de los que se toman 5 cafés al día, en tu caso lo que ocurre es que la sobredosis de café te induce inquietud.
2. Sufres de microsueños (probablemente sin saberlo)
Los microsueños son periodos en los que el cerebro “desconecta” durante un tiempo muy breve (desde una fracción de segundo hasta 30 segundos). Durante ese tiempo es como si se perdiera la conciencia momentáneamente sin responder a ningún estímulo que nos rodea. Es una perdida momentánea de conciencia en la que la actividad EEG pasa de ondas theta a ondas alfa. Las áreas encargadas de la atención y la respuesta dejan de funcionar durante unos segundos. Una forma de comprobar si los estamos teniendo es estar sentado en una habitación a oscuras con un boli en la mano durante 5 minutos. Si el boli se nos cae sin darnos cuenta probablemente sea un microsueño y debamos dormir más horas.
3. Tienes dificultad en completar tareas complejas, te vuelves más torpe.
Te cuesta realizar tareas de primeras simples, pero coordinadas o con un tiempo límite. Esto se debe a que lo primero que se resiente cuando no dormimos son las habilidades psicomotoras y la coordinación. Pero como la privación del sueño no afecta por igual a todas las áreas del cerebro puede que realices tareas de razonamiento complejo sin problemas y en cambio tengas dificultades con una tarea psicomotriz aparentemente sencilla.
4. La risa tonta te acompaña
El cerebro que no descansa bien funciona peor y por lo tanto tiene más problemas en inhibir conductas. El cerebro tiene dificultades en controlar como nos comportamos y por ello nos volvemos más reactivos a los estímulos que nos rodean. Los mecanismos inhibitorios son unos de los que primero desaparecen.
5. Te sientes más sensible, emocional o irritable
Los sistemas que regulan las emociones, situados en córtex prefrontal están debilitados por la falta de sueño y ello hace que nos sea más difícil controlar y expresar las emociones. Junto con el punto anterior (control de la inhibición) lo que ocurre es que al final nos volvemos más inestables y acabamos teniendo subidas y bajadas de estado de ánimo durante el día, reaccionando a pequeños estímulos de forma más intensa.
Cuando no dormimos somos menos positivos y estamos menos motivados.
Aunque la cafeína puede ayudar con otros síntomas (cansancio, falta de energía o motivación), en este punto (las emociones) en realidad empeora las cosas ya que nos da aún más intensidad e inestabilidad emocional.
6. Tienes antojo de comida rica en carbohidratos
Esto ocurre porque nos proporcionan energía rápida y fácil. Los carbohidratos son buenos pero mejor los de liberación lenta. Así mismo procura desayunar durante la primera hora de levantarte, ya que es el momento óptimo si buscamos mejorar nuestra activación y nivel de energía.
Una sola noche de sueño precario puede disminuir los niveles de Lepetina (hormona supresora del apetito) y aumentar los de Ghrelin (hormona que aumenta el apetito), lo cual explica este fenómeno.
Fuente: Huffingtonpost.
Imagen: Devianart.