Los mitos que recorren la actividad y el ejercicio son muchos, a cada cual peor. Y, aunque vivamos en la época de Internet, donde cualquier cosa puede comprobarse con una simple búsqueda en los sitios adecuados, por vagueza o simple confianza ciega en quien te lo cuenta, esto parece suceder menos de lo que debería. Yo personalmente sigo escuchando algún que otro mito de los que os expondré hoy en el gimnasio, y me hago cruces. Veamos algunos de ellos.
1. Hay que trabajar y hacer ejercicio cada día
¡Error! ¿Acaso estamos despiertos todo el día y por ello somos más productivos? Desde luego que no. Hay que pensar con la cabeza. Si nuestra mente necesita su necesario descanso para seguir funcionando, evidentemente nuestro cuerpo también. El metabolismo debe recuperarse, pues de lo contrario nos exponemos a las lesiones. Eso no quiere decir que solo tengamos que realizar actividad física un par de veces a la semana para evolucionar rápidamente, pero desde luego cada día no. Al menos son necesarios uno o dos días de descanso semanal, y si los intercalamos mejor.
2. Hacer pesas te hará más voluminoso
Evidentemente realizar ejercicios con peso hará que tus músculos crezcan por adaptación, pero no te convertirás en un culturista a los dos días solo por ello. Hay muchos factores a tener en cuenta, y uno de los más olvidados es la dieta. Sin exagerar, la dieta significa un 70% de los resultados del ejercicio físico. Si solo acudimos al gimnasio (o a correr al aire libre) pero nuestra dieta no es sana y equilibrada, los resultados nunca llegarán. Y como podréis imaginar, para aumentar nuestro volumen habrá que comer más, pero los alimentos adecuados y en su justa proporción (si nos hinchamos a donuts no se convertirán en músculo, evidentemente).
3. Realizando ejercicios abdominales conseguiremos definir
Otro mito excesivamente extendido. Para definir la musculatura corporal lo necesario es hacer ejercicio aeróbico (correr al aire libre o en cinta, elíptica, bicicleta, natación…), pero no anaeróbico, como son los abdominales o los ejercicios de peso. Si lo que queremos es aumentar el volumen de dicha musculatura antes o durante la definición, también es necesario ejercitarla, pero para “marcar” lo primordial es llevar a cabo una buena dieta y realizar ejercicio aeróbico. Sin ello, nunca verás los abdominales, más allá de las revistas claro.
4. Sin sudar no se queman calorías
Esto se sigue escuchando, y mucho. Aún se sigue viendo a gente abrigándose a más no poder en pleno verano para salir a correr, porque al sudar creen que quemarán más. Totalmente erróneo, ya que el sudor es un mecanismo de nuestro cuerpo para mantener la temperatura corporal correctamente, y no tiene nada que ver con la quema de grasas. ¿Acaso no sudamos cuando hace demasiado calor? ¿Estamos quemando calorías por ello? No, lo que podemos hacer es perder demasiada agua y minerales si no nos hidratamos correctamente.
Es posible quemar calorías y no sudar, simplemente porque el ejercicio no aumenta tanto nuestra temperatura para que este mecanismo fisiológico actué. Mucho cuidado.
5. Sin dolor no hay ganancia muscular
Otro gran error. Lo que puede suceder es que si sentimos dolor estemos sufriendo o a punto de sufrir una lesión por no realizar algún ejercicio correctamente o ponerle demasiada intensidad a nuestro entrenamiento. Hay que realizar el ejercicio físico, sea de la índole que sea, con calma y con sentido común. Ir escalando poco a poco y no querer igualar a la élite del deporte a las dos semanas, pues cada uno tenemos nuestras limitaciones.
Para ganar masa muscular podemos notar que nos cueste, porque si no nos cuesta nada es señal de que podemos intentar ir un poco más allá, pero desde luego sentir dolor no es una buena señal. Hay que entrenar poco a poco, lento pero constante.
6. Se puede perder peso solo haciendo ejercicio
Este error hay que cogerlo con pinzas. ¿Se puede? Si, pero añadiendo una buena alimentación. Como ya comentábamos al principio, solo con hacer ejercicio pero llevando una mala dieta a la vez, no conseguiremos nada, e incluso podríamos aumentar nuestro peso corporal. La dieta es lo más importante, y por ello es lo más difícil de cumplir, pero es necesario si lo que queremos es disminuir nuestro peso, definir nuestro cuerpo o aumentar el volumen muscular. ¡Siempre con cabeza! Ni funcionan las dietas milagro, ni es sano usar sustancias dopantes, pues esto sería un craso error que trae terribles consecuencias para nuestro organismo.
7. Se puede perder peso comiendo lo mínimo posible
Como ya comentamos hace tiempo en MedCiencia, existen algunas pautas para reconocer las dietas milagro, tales como prometer bajar de peso rapidamente, prohibición de algún grupo de alimentos, etc. Para disminuir nuestro peso corporal también es necesario el sentido común (el menos común de los sentidos). No hay que contar calorías, pues ya sabéis que todas no son iguales, pero si hay que pensar que en ese sentido nuestro organismo funciona igual que ahorrar dinero. ¿Cómo? Se pierde peso gastando más (ejercicio físico) o consumiendo menos (una buena dieta), pero siempre con la dosis adecuada. Disminuyendo de manera controlada las calorías consumidas al día se pueden conseguir grandes resultados, pero mentalizándonos de que es un proceso lento y voluntarioso, sin hacer burradas que luego pueden pasar factura.
Hay que aprender a comer correctamente, no solo perder peso para unas semanas y volver a recuperarlo de golpe, o incluso más.
8. Correr en una cinta es igual que correr al aire libre
Para los corredores o aficionados esto también sera obvio, pero a veces no lo parece tanto. Las cintas de correr son un terreno totalmente plano, con velocidad ajustable, y con bastante menor peligro de lesión. Sin embargo, correr al aire libre conlleva un terreno que va diferenciandose según la zona que elijamos para nuestra actividad física, y la adaptación a tal terreno conlleva un mayor esfuerzo que la cinta de correr.
Además hay que pensar en las condiciones ambientales como el viento, el calor o el frío, la lluvia… factores que desde luego no encontraremos en lugares como un gimnasio o un domicilio particular.