En los tiempos que corren la ciencia goza, por suerte y para nuestro disfrute, de una popularidad nunca antes vista en la historia. En parte gracias al CERN y la búsqueda del bosón de Higgs y en parte porque, no nos vamos a engañar, mola. Pero también es cierto que el campo en el que más se ha avanzado en física últimamente es la astrofísica, con mucha diferencia; y sin embargo nadie habla de ella. O al menos no se hablaba tanto como de la física de partículas. Para corregir este desajuste se presenta una de las misiones más ambiciosas de la historia de la humanidad: buscar vida inteligente extraterrestre.
Este ambicioso proyecto está capitaneado por el que probablemente sea el físico vivo más famoso: Stephen Hawking. Él mismo, junto a un grupo de destacados astrónomos de la talla de Martin Rees, Frank Drake, Geoff Marcy o Ann Druyan se disponen a recaudar los 100 millones de dólares que han estiumado que harán falta para realizar el mayor estudio dedicado a buscar vida inteligente jamás realizada por el hombre. A buen seguro una tarea que resulta, cuanto menos, extremadamente interesante.
Cómo buscar vida inteligente extraterrestre
A muchos puede pareceros que es una locura y un sinsentido buscar vida inteligente fuera de nuestro sistema solar cuando aún no hemos conseguido ni siquiera llegar a Marte. Y es cierto, pero hay más que lo que parece a primera vista. El estudio que se llevará a cabo no consiste en buscar vida inteligente mirando por el telescopio esperando que alguno se asome y nos salude. Es una búsqueda mucho más general por cualquier rastro que una civilización pueda dejar.
Decidir qué tipo de huellas puede dejar una civilización avanzada que aún no conocemos, es un tanto complicado y por eso se parte del principio, irónicamente antropocéntrico, de que el resto de civilizaciones “avanzadas” debería parecerse a la nuestra. Al fin y al cabo estamos hechos de los elementos más abundantes en el Universo, no debe ser tan difícil conseguir algo similar a nosotros en este mismo Universo.
Principalmente el estudio se basará en el análisis de la radiación electromagnética que nos llega. Cuando encendemos cualquier aparato electrónico o incluso cuando calentamos algo, estamos mandando ondas electromagnéticas en todas las direcciones del espacio. Esto significa que si existe una civilización desarrollada, similar a la nuestra y no se encuentra demasiado lejos en el tiempo ni en el espacio, deberíamos ser capaces de detectar estas señales, aunque eso no signifique comunicarnos con ellos.
La importancia de buscar vida inteligente extraterrestre
Dicho así quizás no se ve la utilidad de este tipo de estudios si no se consiguen encontrar las huellas de civilizaciones extraterrestres, pero la hay. Buscar vida inteligente es una tarea que sigue los mismos pasos básicos que siguen la mayoría de las grande investigaciones en astrofísica: detectar señales del cielo, analizarlas, emitir conclusiones y resultado. Puede que la parte de conclusiones y resultados no salga muy bien en este caso, pero las otras dos seguro que sí.
Esto permitirá tener un mapa detallado de la radiación electromagnética del cielo que podrá ser estudiado posteriormente con otros fines además de buscar vida inteligente, como estudiar mejor los agujeros negros, por ejemplo. Esto quiere decir que aunque pueda parecer una locura gastar 100M$ en buscar alienígenas, en realidad ese dinero se está invirtiendo en muchos futuros estudios acerca del universo, su formación y nuestro origen como humanos y como materia.
Fuente | IFLScience