¡No puede ser, otra vez sin batería! Esta frase es muy posible que la hayamos dicho en algún momento al ver que al hacer uso de alguna aplicación móvil, éste se encuentre en niveles mínimos de energía.
España es un país puntero a nivel mundial en smartphones (teléfonos inteligentes). En estos teléfonos hay multitud de aplicaciones que restan energía, como son las de mensajería instantánea como Whatsapp o Line, actualizaciones en redes sociales como Facebook o Twitter, etc. Aunque la telefonía móvil está desarrollándose exponencialmente, en sistemas operativos, cámaras, pantallas Full HD, etc. los avances en la mejora de baterías no son tan espectaculares.
Hay recursos para el ahorro de batería como es el quitar el servicio de internet del móvil, con lo que apenas se consume energía (pero tampoco se tiene acceso a la red), y hay avances en la sustitución de las baterías de litio y de silicio por otros materiales, entre ellos, el grafeno.
¿Qué es eso del grafeno?
El grafeno es un nuevo material obtenido a partir del grafito por los científicos Andre Geim y Konstantin Novoselov, que obtuvieron el premio Nobel de Física en 2010. Consiste en una hoja casi plana, con ondulaciones y un grosor de un átomo de carbono (0,1 nanómetro). Traduciendo esta unidad de medida, a otra que utilicemos habitualmente, 1 milímetro (espesor de una hoja de papel) son 1.000.000 nanómetros. Esto da idea del mínimo grosor que presenta.
¿Cómo se obtiene?
Hay distintos métodos para obtenerlo, a partir de cinta y grafito, a partir de recubrimientos de óxido de gráfito, o sobre cristales de oro, como han realizado científicos de la Universidad Autónoma de Madrid, y han publicado en Nano Letters.
El problema radica en que todavía no se ha podido generar grafeno a gran escala, y su producción se ha limitado a laboratorios de investigación, aunque ahora se planea llevar su producción a gran escala. Una de las empresas que quiere destacar en la producción de este material es la alicantina Graphenano.
¿Cualidades interesantes?
Es extraordinariamente conductor, tanto eléctrico (sus electrones se mueven 100 veces más rápido que en el silicio) como térmico, es muy transparente, resulta mas resistente que el mismo diamante y doscientas veces más que el acero, muy flexible, tan denso, que ni siquiera el gas helio (el átomo más pequeño) lo puede atravesar. Esto facilitaría que los dispositivos tecnológicos como los smartphones que mencionábamos antes fueran mucho más rápidos, presentando una eficiencia energética mucho mayor.
¿Ambientalmente sostenible?
Se va a utilizar como aditivo del combustible en los aviones supersónicos para aumentar la eficiencia de sus motores, consiguiendo mayor potencia y a la vez, una reducción del consumo y de la contaminación atmosférica. No sólo esto, sino que va a permitir eliminar de la industria electrónica otros materiales como los óxidos de titanio o de estaño indio (más caros y muy contaminantes) que actualmente se usan en la mayor parte de las aplicaciones electrónicas transparentes.
Actualmente cada ciudadano en Europa acumula entre 20 y 25 kg de residuos de aparatos electrónicos al año según Ecotic, empresa encargada de gestionar dichos residuos en nuestro país. Los residuos electrónicos, en más 90% de los casos se eliminan de forma directa mediante incineración o deposición en vertederos.
El grafeno, al estar formado exclusivamente por carbono, no supondría ningún problema para el reciclaje de este nuevo material, siendo una solución ambientalmente sostenible. Con el desarrollo e implantación de este material, se podría dar de la mano la electrónica con el respeto al medio ambiente.
Fuentes: Nano Letters, Grafeno, El Mundo, Graphenano, Quo y Mas Verde Digital
Imagen: CNN