Siempre llega algún momento de la vida en el que estás discutiendo algún concepto determinado con alguien que muchas veces está equivocado, pero para “las masas” es él/ella quien tiene razón. ¿Por qué? Confianza. Si si, tal cual, no es importante tener o no tener la razón, sino la forma en que se expresa esta razón (o falta de ella). Expresar un concepto erróneo con toda la confianza del mundo te puede llevar más lejos que estar en lo correcto y usando la humildad… Curioso, ¿no?
Al menos eso afirman un grupo de investigadores, basándose en que la gente tiene miedo a la incertidumbre y tienden a dirigirse hacía la seguridad, en este caso la autoconfianza en uno mismo y en lo que dice o cuenta. Es el mismo método que usan los expertos en política y deportes: “Yo no puedo estar en lo cierto absolutamente todo el tiempo, pero si puedo gritar más fuerte”
“En un mundo perfecto todos queremos ser precisos y confiados, pero si tuviéramos que elegir, tener confianza en nosotros mismos atraería más seguidores que tener la razón”
Este estudio en concreto fue realizado por un par de estudiantes de postgrado de economía de la Universidad Estatal de Whashington. Mediante Twitter, analizaron la reputación de los expertos y se dieron cuenta de que estos “se veían afectados por su confianza y su precisión a la hora de predecir los resultados de eventos deportivos”
Estos estudiantes analizaron los tweets de los expertos profesionales y de los aficionados que hacían sus predicciones sobre los ganadores de un partido de béisbol y otro de fútbol americano, ambos de elevada categoría.
Cada uno de los “tweets” recibía una calificación en función de su lenguaje. Palabras como “destruir” o “aniquililar” tenían mejores resultados que “apuesta” por ejemplo. Tanto las predicciones de los expertos como las de los fans eran peores que el mismo azar, ya que solo el 47% de los expertos y el 45% de los aficionados conseguían acertar su predicción (un poco triste, ¿no?).
Eso si, la confianza en los expertos era un 50% mayor que en los aficionados, y por tanto tenían más seguidores en su red, según la investigación (evidente, si eres denominado “experto” o “profesional” en algo, el simple cargo ya otorga una confianza ciega). En definitiva, un 50% más de confianza por tan solo acertar un 2% más de las veces.
Tras mostrar los resultados del estudio, se descubrió que usar un lenguaje confiado aumentaba los seguidores de los expertos en un 17%, pero acertar en sus predicciones tan solo conseguía aumentar su número de seguidores en un 3,4%.
Por su parte, en el caso de los aficionados, si usaban un lenguaje descarado conseguían hasta un 20% más de seguidores, en comparación a los aficionados que eran humildes pero acertaban sus predicciones, que tan solo conseguían un aumento de seguidores del 7,3%.
Evidentemente con los expertos y profesionales sucede lo que os he adelantado antes, el simple hecho de ser un experto en una materia ya crea un atractivo y confianza que no tiene un aficionado, y emociona más a los seguidores.
Como dice uno de los autores del estudio:
“El simple hecho de que a la gente no le guste la incertidumbre sugiere que no les guste tampoco la idea de oir a alguien decir: ‘Tan solo estoy un 90% seguro’”
En conclusión, la confianza es la clave. Y decir las cosas, cualquier cosa, con aplomo y confianza gana mucho más que tener la razón en algo pero explicarlo de forma poco confianza.
Vía | The Telegraph.
Imagen | Paperblog.