La sexualidad es algo positivo y placentero, algo divertido de lo que podemos aprender y experimentar a lo largo de nuestra vida. Debido a que es algo que existe desde que nacemos hasta que morimos, puede ser algo complejo, va cambiando con el paso de los años e incluso puede provocarnos algún problema, como cualquier otro ámbito de nuestra vida.
No es algo de lo que debamos avergonzarnos, igual que vamos al médico porque nos encontramos mal o tenemos molestias que pueden preocuparnos, las disfunciones sexuales también pueden consultarse y solucionarse. De hecho, aunque sea el primer ámbito de nuestra vida que dejamos de lado cuando algo nos afecta, es uno de los temas que más nos preocupan.
En el caso de hoy, nos centraremos en la disfunción eréctil, sus causas, sus soluciones, y algunos consejos a tener en cuenta.
¿Qué es la disfunción eréctil?
Antiguamente conocido como “impotencia”, se define como la incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual, que provoca malestar o dificultades en las relaciones interpersonales, según el DSM-IV. Cabe tener en cuenta que hay personas que aún teniendo una erección adecuada no son capaces de tener unas relaciones sexuales agradables, e incluso otras que aún sin tener una erección completa, pueden realizar una penetración satisfactoria.
Es difícil establecer un porcentaje de personas con disfunción eréctil, ya que muchas personas no lo consultan y porque hasta hace poco no existían instrumentos para medirla. Pero a través de varios estudios en España se habla de entre un 12% y un 19% de la población masculina.
Causas de la disfunción eréctil
Cabe tener en cuenta que entre el 85% y el 95% de los casos de disfunción eréctil es de carácter psicológico, así como, independientemente de que exista una posible causa orgánica, el componente psicológico está presente.
Causas orgánicas:
- Arterioesclerosis
- Diabetes
- Hipertensión
- Hiperlipidemia
- Insuficiencia renal
- Fármacos
- Tabaquismo
- Alcoholismo
Causas psicológicas:
- Existen factores que predisponen que esto ocurra como una educación moral y religiosa restrictiva, mala información sexual, relaciones de los padres deterioradas, experiencias sexuales traumáticas, inseguridad sexual en los primeros años, etc.
- Hay otros factores que precipitan a que la disfunción eréctil pueda ocurrir como una disfunción sexual previa, problemas en la relación de pareja, infidelidad, disfunción de la pareja, algún fallo esporádico (lo que conocemos como gatillazo), la edad, depresión y ansiedad, estrés, etc.
- Así como hay factores que mantienen que esta disfunción sexual persista como la ansiedad ante las relaciones sexuales, anticipación de fallo o fracaso, sentimientos de culpabilidad, falta de atracción, falta de comunicación, deterioro de la autoimagen, miedos, baja autoestima, etc.
Como vemos son muchos los factores que pueden afectar a que exista una erección cuando se desea. La ansiedad juega un papel muy importante en este caso, ya que si ha ocurrido en alguna ocasión, pensamos que nos puede volver a pasar y nos entra el miedo, que será un fracaso, nos obligamos a tener que rendir, a tener que satisfacer a nuestra pareja y nos observamos continuamente para que, sí o sí, tengamos una erección. Y así observamos como la erección nunca llega.
¿Tiene solución?
Primero de todo debemos hacer una evaluación para saber si la causa de la disfunción eréctil es psicológica u orgánica. Si es orgánica, llevaremos a cabo una terapia combinada entre terapia sexual y medicación. Si es una causa puramente psicológic,a llevaremos a cabo una terapia sexual en pareja o individual, a través de una serie de pautas y ejercicios a realizar en casa. Si el paciente se adhiere a la terapia y la terapia se adecúa al paciente, ésta tiene una alta probabilidad de éxito.
Hay personas que directamente intentan solucionar este tipo de problemas a través de la medicación como pueden ser viagra, cialis o levitra. Cabe tener en cuenta que este tipo de medicación la debe recetar única y exclusivamente un médico que determine si es necesario para cada caso. No es una pastilla milagro, funciona si el deseo y la estimulación son adecuadas, algunos hombres expresan perder efecto a la 3ª o 4ª vez que la toman, ya que detrás se esconde un problema psicológico que debe ser tratado a la vez.
¡OJO! Esta medicación no es adecuada para chicos jóvenes que presentan casos esporádicos de problemas de erección o que la utilizan para durar más en sus relaciones sexuales.
A tener en cuenta
Como hemos visto, los motivos que pueden afectar son diversos y variados. Hay muchos hombres que presentan dificultades de erección cuando mantienen relaciones sexuales con sus parejas, pero durante la masturbación puede funcionar perfectamente.
También es importante saber que si no se reconoce el problema y se oculta, se deja de lado y no se busca ayuda, a la larga puede generar depresión. Los hombres con disfunción eréctil tienden a evitar el tema, no hablan de ello, huyen de cualquier situación de intimidad con su pareja. Este tipo de conductas afectan a la pareja de diversas maneras, pueden que presionen para tener relaciones sexuales haciendo que aumente la ansiedad del hombre, puede que le quiten importancia o le culpabilicen de la situación, pueden surgirles dudas (es mi culpa, hay otra persona, soy poco atractiva, etc.) incluso algunas desarrollan otras disfunciones a la vez (bajo deseo, anorgasmia, etc.).
Los hombres con disfunción eréctil caen en el error de intentar penetrar a su pareja a toda costa, es decir, en cuento hay signos de una leve erección intentan penetrar a la pareja y esto acaba frustrando ya que, por un lado la erección será débil y no durará lo suficiente, y por otro lado la pareja puede interpretarlo como un acto egoísta, ya que tienden a intentar penetrar sin previamente estimularla.
Algunos consejos
Cabe tener en cuenta que un gatillazo puede pasarnos a todos, cuando hablamos de disfunción eréctil hablamos de algo persistente en el tiempo. Si consumimos alcohol u otras drogas, es importante saber que éstas alteran nuestra respuesta sexual, por tanto, es normal que al intentar mantener relaciones sexuales no haya respuesta, es decir, cueste mucho conseguir o mantener una erección.
Si a nuestra pareja le pasa, ya sea un gatillazo, o de vez en cuando, no debemos presionarle bajando a practicarle sexo oral o acariciar constantemente su pene para ver si la ha conseguido, pues esto aumenta su ansiedad y no provocaremos ninguna respuesta.
La sexualidad es algo muy amplio y variado, por tanto no debemos delegar toda la responsabilidad de las relaciones sexuales al hombre, ya sean relaciones heterosexuales y homosexuales, y a su erección. El coito es una más de las muchas prácticas que podemos llevar a cabo, el no tener erección no implica que la relación sexual se haya acabado ni que ésta no pueda ser satisfactoria.
Existen muchos motivos por los cuales puede haber disfunción eréctil, lo mejor es hablar abiertamente con nuestra pareja antes de buscar culpables. Una buena comunicación, el apoyo y la toma de decisiones de qué hacer al respecto a tiempo, son las claves para solucionar estos problemas.
Fuente: Introducción a la sexología clínica, Manual de sexología y terapia sexual