Trabajando en el CERN, la rutina de un investigador



Seguimos adelante con una nueva entrega de “trabajando en el CERN”, una semana más. De momento os hemos contado cómo ha sido la llegada y la recepción en el centro de investigación más grande del mundo; os hemos hablando de las visitas más interesantes que realizan los estudiantes de verano y que incluyen la visita al Punto 5 y al primer acelerador del CERN; pero todavía no hemos hablado de cómo se vive el día a día trabajando en el CERN .

Hoy vamos a hablaros de la vida que la rutina, la presión, los jefes, la comida… que sufrimos y disfrutamos los que tenemos la suerte de estar trabajando en el CERN. Desde luego esto está sacado de la experiencia de una sola persona (y de los que le rodean) por lo que es probable que no sea igual en todas partes. De lo que podéis estar seguros es de que lo más común es esta forma de vida que os vamos a contar.

Los horarios de trabajo en el CERN

En el CERN, situado en Suiza, los horarios son los padres. Realmente no existen horarios y en las casi 5 semanas que llevo aquí aún no me ha dicho nadie a qué hora debo estar en la oficina o acabar mi trabajo. Esto suena a chollo total, pero no lo es tanto. En general trabajando en el CERN, al menos como estudiante, se disfruta de una libertad inusual en un trabajo del prestigio del que goza ser investigador en el CERN.

Típicamente la gente en mi oficina y en cualquier otra entra a trabajar entre las 8:00 y las 10:00 y acaban la jornada entre las 17:00 y las 18:00, pero cada día es diferente. Los horarios aquí son “a la europea” que nos gusta decir en España, con comidas en torno a las 12:00 y cenas no más tarde de las 19:00. Por suerte para mi en mi grupo somos varios españoles y no se come nunca antes de las 13:30.

El estrés trabajando en el CERN

El estrés también son los padres. Bueno no, esto no es del todo cierto. Muy de la mano del punto anterior el estrés y la presión del trabajo es personal y no te viene dada por un jefe irracional o que te tiene manía. La mayoría de gente que está trabajando en el CERN son doctorados o post-doctorados y como corresponde gozan de amplia libertad de organización y de trabajo.

En mi caso y en el de los demás estudiantes de verano, la norma es que el supervisor es amable, se preocupa de que el trabajo no nos agobie y que hagamos lo que buenamente podamos sin que eso suponga perder el tiempo. La presión tanto para unos como para otros nos viene dada por el trabajo que realizamos y la responsabilidad personal de cumplir con lo que se espera de alguien que está trabajando en el CERN.

Para nada esto significa que cada uno hace lo que quiere o que se vive a cuerpo de rey. Como hemos comentado antes el horario se lo pone cada uno, y eso es un arma de doble filo. En épocas de poco trabajo uno puede trabajar 5-6 horas al día o menos, sin que eso suponga ningún problema para él o para el grupo de trabajo. Sin embargo no es raro ver a investigadores trabajando más de 14 horas al día en épocas de mucha actividad, o previas a la entrega de proyectos.

¿Se disfruta trabajando en el CERN?

La respuesta aquí es muy clara: si te gusta la física que se hace aquí, no hay mejor trabajo; pero si la física no es lo tuyo, o si te va más otro área dentro de la propia física puedo imaginarme que este es un trabajo agotador y horrible. Trabajando en el CERN siempre hay cosas que hacer, siempre. Esto para quienes lo disfrutamos es bueno pues preferimos enredar con la física que vaguear.

Pero también significa que si realmente no es esto lo que te gusta, entonces se convierte en una tarea agotadora que nunca acaba y en la que cada pequeña cosa que haces te lleva a una nueva. Al final estar trabajando en el CERN es algo que no deja indiferente a nadie; te puede encantar, o lo puedes odiar, pero desde luego nadie sale de aquí diciendo que fue una experiencia “bah”.

Related Posts

Để lại một bình luận

Email của bạn sẽ không được hiển thị công khai. Các trường bắt buộc được đánh dấu *