Cuando oímos la palabra “trasplante”, lo primero que se nos viene a la cabeza son palabras como “corazón”, “riñón”, “médula”, ya que son las que se suelen usar más de forma asociada, sobre todo en las noticias o películas. Aunque esto no es lo único que se puede trasplantar, ya que también existen trasplantes de piel, e incluso de retina. Y, puede que muy pronto, también existan trasplantes de neuronas.
Ahora entramos en un tema más peliagudo, el del trasplante neuronal. Si, al estilo Frankenstein, ya que por sorprendente que pueda parecer, unos científicos de la Universidad de California, en San Francisco, cuyo trabajo se ha publicado en la revista Nature, han conseguido trasplantar neuronas embrionarias al cerebro de ratones recién nacidos, y estas han sobrevivido. Impresionante.
Realmente, su estudio no buscaba demostrar esto, pero al final probaron que un tipo determinado de neuronas (las interneuronas GABA-secretoras), relacionadas con diferentes trastornos neurológicos, pueden ser añadidas en bastante cantidad al cerebro y sobrevivir sin alterar el funcionamiento de este cerebro receptor.
Se esperaba que sobrevivieran muy pocas neuronas, teniendo en cuenta el espacio, las señales neuronales y el alimento disponible para estas células, pero al final siempre sobrevivía una porción constante de neuronas, para sorpresa de los científicos.
Así lo describe Alvarez-Buylla, profesor de Cirugía Neurológico y miembro de la Eli and Edythe Broad Center of Regeneration Medicine and Stem Cell Research de la Universidad de California de San Francisco:
“Esta porción constante de supervivientes sugiere que estas células, que en anteriores estudios han demostrado ser una gran promesa terapéutica, pueden ser añadidas a la corteza en un número significativo”
En anteriores trabajos, este tipo de neuronas habían demostrado cierta plasticidad, reduciendo los ataques de epilepsia, mejorando el Parkinson, e incluso resultan ser el tipo de neuronas cuya actividad se interrumpe durante el Alzheimer, y cuyo número está alterado en la Esquizofrenia. Además, también han demostrado que pueden disminuir el dolor si se trasplantan en la médula espinal.
Lo sorprendente del estudio no es que sobrevivieran neuronas, sino que siempre había una proporción constante (y no un número constante). Esto quiere decir que no sobrevivian siempre 10 neuronas por ejemplo, aunque trasplantamos 100 o 1000, sino que, dependiendo de cuantas se trasplantes, una cierta proporción siempre sobrevivía (por ejemplo, 20 de cada 100 trasplantadas, siempre, que serían 200 por cada 1000, y así…). En definitiva, si el número total de neuronas trasplantadas se eleva, la proporción también, y el total también.
Las señales por las cuales consiguen sobrevivir estas neuronas son aún desconocidas, pero lo que sí se sabe es que este descubrimiento puede ayudar a las grandes enfermedades neurológicas como el Alzheimer (donde se altera la actividad de estas interneuronas), la Esquizofrenia (donde disminuye el número de estas neuronas), el Parkinson, la enfermedad de Huntington… Ojalá pronto podamos hablar de nuevas terapias basadas en este trasplante neuronal.
Vía: Science Daily.