El trastorno bipolar, también conocido como trastorno maníaco-depresivo, es un trastorno psiquiátrico que se caracteriza por un continuo paso del estado maníaco al depresivo, ambos muy exagerados y separados (frecuentemente) por estados de “normalidad”. No todos los pacientes sufren los mismos síntomas, y no existe ninguna prueba psicológica para confirmar este trastorno, siendo su diagnóstico muy difícil. Los episodios más frecuentes son:
- Episodio depresivo: caracterizado por sentimientos persistentes de pena, ansiedad, enfado, desesperanza, soledad, apatía, etc. En casos muy severos, los pacientes pueden volverse psicóticos, permaneciendo así durante un mínimo de dos semanas, y hasta seis meses si no se trata.
- Episodio maníaco: se da una felicidad excesiva, que otorga al paciente muchísima energía (de modo que puede pasar días enteros sin dormir, etc.). Sin embargo, hay un notable déficit de atención que hace que las distracciones sean muy frecuentes. También hay riesgo de llevar a cabo actividades anormales para el paciente en cuestión, pudiendo este volverse incluso agresivo y muy irritable.
- Episodio hipomaníaco: es un nivel de manía que va de leve a moderado; consta de optimismo, al igual que el episodio maníaco, pero es muy difícil de diagnosticar porque puede pasar por un simple estado de felicidad.
- Episodio mixto: se da cuando los síntomas maníacos y depresivos ocurren al mismo tiempo: por ejemplo, un paciente puede llorar durante un período depresivo, o llevar a cabo actividades que requieran mucha energía durante una depresión. Esto es muy peligroso, porque conlleva un gran riesgo de suicidio, entre otros.
El trastorno bipolar puede clasificarse, a su vez, en:
- Trastorno bipolar de tipo I: Con uno o más episodios maníacos. No se requiere un episodio hipomaníaco para el diagnóstico, aunque ocurre frecuentemente.
- Trastorno bipolar de tipo II: Carente de episodios maníacos, pero con uno o más episodios hipomaníacos, así como uno o más trastorno/s depresivo/s mayor/es.
- Ciclotimia: Episodios maníacos junto con estados de depresión
- Trastorno bipolar no especificado: Son los trastornos bipolares que no entrarían en ninguna de las categorías anteriores.
Las causas del trastorno bipolar, aunque inciertas, residen en la genética, así como en anomalías en ciertos circuitos cerebrales (se cree que puede deberse a un aumento del volumen de los ventrículos, entre otras estructuras).
El tratamiento del trastorno bipolar puede darse mediante fármacos, terapia electroconvulsiva, etc. Los objetivos son, entre otros muchos, evitar tanto paso de una fase a otra, como la hospitalización o el suicidio. Aproximadamente, un 4% de la población mundial tiene trastorno bipolar.