Los mares y océanos, esas grandes masas de agua que nos rodean, estando la gran mayoría sin explorar, que tantos beneficios nos aportan y que cuidamos tan poco. A día de hoy, la población humana supera los 7.000 millones y casi la mitad reside en zonas costeras, por lo que los exámenes del estado de los océanos deben ser cada vez más completos. Esta semana se publica en Nature un que aporta un nuevo índice de medición basado en 10 parámetros distintos y la nota obtenida ha sido de un 6 sobre 10. Sinceramente, esperaba menos.
Científicos de todo el mundo, de muchas universidades distintas, ONG, liderados por la “Conservation International” y el “National Center for Ecological Analisis and Synthesis” (NCEAS) de la Universidad de California han elaborado este nuevo Índice de la Salud del Océano (Ocean Health Index) que evalúa las condiciones ecológicas, sociales, económicos y políticas de cada país costero del mundo. En total 171 países costeros distintos han sido evaluados mediante este índice.
La novedad de este índice es que ofrece un nuevo enfoque. Está centrado especialmente en la sostenibilidad de los océanos prestando atención a la capacidad de los mismos para mantener y generar recursos en el futuro. Según dice uno de los principales autores, Benjamin Halpern, de la Universidad de California:
“Tendemos a olvidar que los humanos formamos parte de todos los ecosistemas. El Índice de la Salud de los Océanos es único porque establece al ser humano como parte de los ecosistemas oceánicos. No solo somos el problema, sino también parte de la solución“.
Un 6 para la humanidad
Un 60 sobre 100 es la media mundial obtenida. Es una nota que podemos analizar desde dos perspectivas: un 6 es una nota baja, alejada del objetivo pero también significa que más de la mitad está hecho. Sólo hay que seguir mejorando para mejorar ese índice día tras día. Me quedo con la perspectiva positiva.
Por otro lado, las diferentes puntuaciones obtenidas entre países son muy grandes. Mientras que los países en vías de desarrollo obtienen las puntuaciones más bajas, las puntuaciones más altas van para Canadá, Alemania, Australia y Japón y sitios deshabitados como Isla Jarvis, en el Pacífico Sur (en la imagen de portad). La clave está en las políticas sobre explotación marina. Pero como todo, hay excepciones. No todos los países desarrollados obtienen buena nota ni todos los que están en vías de desarrollo se llevan las más bajas. Polonia se lleva una mala puntuación y Surinam una alta.
Este Índice puede ser muy útil no sólo para los científicos. Es una buena herramienta para tratar la gestión de los océanos y mejorar las políticas al respecto. Esperemos que los dirigentes mundiales tomen nota y se hagan cargo de mejorar esta puntuación. Sólo hay que tener una visión de futuro, que nos estamos cargando a la gallina de los huevos de oro poco a poco.
Sé que soy insistente con el tema de la conservación de los océanos pero es que creo que aún no se comprende la importancia que tienen en la humanidad. Muchos miles de millones de personas dependen en su totalidad de los océanos así que sólo hay que hacer cuentas.
Fuente: Science Daily, El Mundo