Como tod@s sabréis, el Alzheimer es una de las enfermedades neurodegenerativas más importantes de nuestra época, junto al Parkinson o la Esclerosis Múltiple es una de las enfermedades del sistema nervioso más comunes en la actualidad. En MedCiencia os hemos hablado ya en varias ocasiones sobre esta enfermedad, sobre posibles tratamientos y posibles métodos de prevención, pero, ¿y el diagnóstico?
Normalmente el Alzheimer se diagnostica de forma clínica, es decir, por sus síntomas. Posteriormente, cuando el paciente muere, se puede confirmar por anatomía patológica (se encuentran los acúmulos proteicos en el cerebro). Pero, ¿y si pudiéramos diagnosticar esta enfermedad en etapas más precoces y de forma más cómoda? Pues ha llegado ese día, gracias a un “simple” análisis sanguíneo.
Esta nueva ayuda la han conseguido unos investigadores de Reino Unido, los cuales han desarrollado una prueba cuyo mecanismo funciona buscando una combinación de marcadores en sangre que son diferentes en personas sanas respecto a los afectados por el Alzheimer.
Concretamente, la prueba busca proteínas determinadas que están fuertemente vinculadas a la enfermedad, como la proteina amiloide y la APOE. Además con esta prueba han conseguido detectar otros marcadores asociados y sugestivos de esta enfermedad neurodegenerativa.
Aún así, Kevin Morgan, profesor de la Universidad de Nottingham, pide calma. La prueba aún tiene que ser validada, aunque asegura que la combinación de marcadores parece tener resultados muy prometedores:
“Nuestros hallazgos son emocionantes porque demuestran que es técnicamente posible distinguir entre personas sanas y aquellas con la enfermedad de Alzheimer mediante un análisis de sangre. A medida que los análisis de sangre son una manera rápida y fácil de ayudar a diagnóstico, estamos muy animados con estos resultados y el potencial que tienen para el futuro”
El profesor Morgan se arriesga más afirmando que esta prueba podría darnos un diagnóstico definitivo y ayudar a los nuevos tratamientos, asegurando así que cada paciente recibe el mejor tratamiento posible.
La verdad es que puede ser una gran alegría, siempre que se lleven a cabo los estudios pertinentes y se demuestre la validez tan prometedora que afirma tener la prueba. De momento debemos continuar esperando, pero puede que en poco tiempo podamos diagnosticar con mayor fiabilidad esta enfermedad y tratarla cada vez mejor.
Vía | EuropaPress.