Las personas con niveles reducidos de la proteína TREM2 podrían tener un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o demencia frontotemporal, según un estudio internacional con participación del Instituto de Investigación Biomédica de l’Hospital Sant Pau (IBB), la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y el Hospital Clínic de Barcelona.
Una vieja conocida
La proteína TREM2 ya ha sido estudiada en estudios anteriores y, además, ya se ha vinculado en otras ocasiones con el desarrollo de Alzheimer, aunque con una frecuencia muy baja (seis de cada mil casos de alzhéimer tienen una mutación de TREM2 en población española).
El trabajo, publicado en Science Translational Medicine, ha desvelado el mecanismo molecular por el que formas mutadas de esta proteína impiden el funcionamiento correcto del proceso de limpieza de residuos amiloides. En otras palabras, el fallo en su funcionamineto impedirían el proceso de “limpieza del cerebro”. Asimismo, se ha detectado un menor nivel de la forma funcional de ésta en el líquido cefalorraquídeo de personas afectadas por enfermedad de Alzheimer y demencia frontotemporal. Por el contrario, en su funcionamiento normal, TREM2 actúa como un potente antiinflamatorio.
El gen TREM2 se expresa principalmente en la microglía, células del cerebro que se encargan de realizar la fagocitosis y de eliminar los residuos celulares que se va acumulando en este órgano, como las fibras amiloides y otros agregados proteicos. Desde hace unos años se conoce que las mutaciones en dicho gen causan unas raras y agresivas enfermedades neurodegenerativas denominadas Nasu-Hakola y síndrome “FTD-like”. Sin embargo, estudios genéticos recientes han vinculado otras mutaciones menos agresivas de este mismo gen a un mayor riesgo a padecer otras enfermedades neurodegenerativas más comunes como Alzheimer, el parkinson, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o la demencia frontotemporal.
Los investigadores han afirmado la necesidad de seguir investigando, aunque los resultados sugieren que la proteína TREM2 tiene un papel fundamental en la eliminación del amiloide y otras agregados proteícos y que, por tanto, la pérdida de su función podría acelerar los procesos neurodegenerativos. También que podría ser un marcador útil indicativo de neurodegeneración. Claro está que este estudio indica la idea de que la estimulación de la función de TREM2 podría ser una estrategia útil en enfermedades neurodegenerativas, ya que podría tener el potencial de mejorar el tratamiento.
Fuente | Área de Comunicación y Promoción UAB