Las adicciones, a pesar de los bastos conocimientos que tenemos actualmente sobre sus diversos tipos y formas, e incluso los diferentes tratamientos para combatirlas, siguen siendo un gran problema en nuestra sociedad. Sabemos que hay un gran factor a nivel cerebral a cargo de la dopamina y el circuito de recompensa, pero también existen individuos más predispuestos que otros a nivel genético, o que están expuestos a factores ambientales (donde predominan los psicológicos), algo que complica las cosas.
Teniendo todo esto en cuenta, la investigación en busca de un medicamento que pueda ayudarnos sigue en pie. Y con esto en mente, los investigadores de la Universidad de Texas en Austin parecen haber encontrado un medicamento que promueve la plasticidad cerebral, capaz de “recablear” el cerebro y hacerle olvidar la adicción. ¿Existe tal fármaco? La respuesta es “sí”, y lo mejor de todo: Es un fármaco contra la tensión arterial elevada, ya comercializado.
La isradipina, un fármaco contra la tensión arterial… ¿y contra las adicciones?
La isradipina es una molécula que ya se usa en la actualidad como tratamiento contra la tensión arterial elevada, pero hasta ahora no se había pensado como tratamiento contra la adicción al alcohol o la cocaína. Al menos en ratas ha tenido un gran éxito, pues en cuestión de días ha conseguido borrarles cualquier recuerdo sobre dichas adicciones, ¡sorprendente!
El equipo de investigadores, cuyo trabajo se ha publicado en la revista Molecular Psychiatry, probó el fármaco en ratas que se habían convertido previamente adictas al alcohol o la cocaína, y a las que se les había hecho asociar una habitación de color blanco o negro con el consumo de la droga. Cuando se les daba la opción, las ratas adictas se movían hacia la sala asociada a la droga de elección (de forma similar al experimento del perro de Pavlov).
Ahora bien, cuando las ratas recibían una dosis de isradipina, en el primer día seguían acudiendo a la habitación de la droga de elección. Sin embargo, con el paso de los días, no mostraban ninguna preferencia por el color de la habitación. Esta falta de preferencia persistió e incluso se volvió más intensa que la que mostraban las ratas control (no adictas a ninguna droga). Según los investigadores, esto demostraría que la memoria de las ratas y su predilección por el color de una habitación en busca de la droga se habría borrado con solo una dosis de isradipina.
La duda razonable es: ¿Qué tiene que ver la presión arterial con la adicción a las drogas?
Como ya sabéis, dichas adicciones se producen cuando los circuitos cerebrales implicados en la recompensa forman fuertes conexiones entre el consumo de la droga y dicha recompensa. La forma de actuar de estos medicamentos contra la tensión arterial elevada son diversas, pero en el caso de la isradipina lo que se produce es el bloqueo de un tipo de canal iónico presente en el corazón y los vasos sanguíneos, pero también en algunas células cerebrales. Al bloquear dicho canal celular, los investigadores pueden deshacer el recableado producido por las adicciones, y borrar así los recuerdos subyacentes a estas.
Vía | Science Alert.
Fuente | Molecular Psychiatry.