Hacer la tarea, estudiar, comprar los materiales… Se acaba el verano y la vuelta al cole llegará con todas estas rutinas. Tener de vuelta a tus niños en el colegio es para muchas familias una etapa en la que la participación y el cuidado en la disciplina de sus actividades se incrementará para afrontar el periodo de aprendizaje y madurez del niño.
Uno de los problemas a los que nos enfrentamos al volver a esta rutina es el sueño. Problemas a la hora de conciliar el sueño, no dormir lo suficiente y de forma interrumpida, han mostrado incrementar los niveles de estrés en los niños, impactando severamente en su salud, según el último estudio del Concordia Universty’s Centre.
Recargando las pilas
La hormona del cortisol, producida en las glándulas adrenales y de vital importancia para la regulación del metabolismo y el sistema inmune. Su producción a corto plazo nos prepara para superar dificultades, pero si se prolonga, puede ocasionar daños graves en el organismo, generando la condición que conocemos bajo el nombre de estrés.
El estudio, ha sido publicado en Psychoneuroendocrinology, y ha comprendido un total de 220 niños de 8 a 18 años. Se midió los niveles de cortisol de los participantes en muestras de saliva, y se les realizó una serie de preguntas a sus padres sobre el estrés, los hábitos de sueño y las rutinas de sus niños.
Los investigadores encontraron que aquellos que presentaban problemas para dormir, o hábitos pobres en sueño, aumentaban de forma considerable sus niveles de cortisol y por lo tanto de estrés.
El turno de los padres
Esta situación se puede evitar si los padres toman las medidas adecuadas. Para empezar, la primera medida a tomar es cerciorarse que el niño duerme entre 8 y 9 horas cada noche. Pero quizás aun más importante que dormir dichas horas, es que duerman durante un horario fijo a lo largo de la semana; nada de acostarse un día a las 10 y otro a las 12.
Para conseguirlo, tan solo debemos evitar los factores que puedan dificultar la tarea de conciliar el sueño. Al mismo tiempo, tenemos que elaborar una dieta saludable y animarlos a participar en algún tipo de de deporte, para que lleguen a la cama relajados y con ganas de dormir.
Es un momento decisivo en el crecimiento de nuestros hijos, y toda medida que tomemos ahora conseguirá que un futuro tengan una mejor disciplina y autonomía a la hora de realizar hábitos saludables.
Fuente | Concordia